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viernes, 7 de diciembre de 2018
CRISTIANISMO Y MASONERÍA. INICIACIÓN CRISTIANA FRENTE A MASONERÍA MODERNA, por Ferrán Iniesta
El mundo masónico esta lejos de ser un bloque uniforme y monolítico. A parte de diferentes rituales, grados y tendencias, también tiene diferentes linajes, muchos de los cuales poco o nada tienen que ver con los antiguos constructores de catedrales. Desde su reforma andersoniana (1723), la masonería moderna, llamada “especulativa”, ha edificado un llamativo aparato administrativo por encima de cimientos cada vez más profundos y lejanos, en detrimento, a veces, de una operatividad real sofocada por un discurso tributario del pensamiento profano-moderno, bien poco simbólico y espiritual.
Presentamos un estudio muy bien documentado del profesor de historia Ferrán Iniesta sobre el Rito Escocés Rectificado (RER), interesante desde muchos aspectos que igualmente enfoca, aunque nos cueste convencernos algunas de sus conclusiones finales, bastante audaces a nuestro parecer, como dar por sentada una superioridad iniciática de este rito con respecto a los demás, y sobre el de ser el legítimo depositario de lo que otrora fuera el verdadero esoterismo cristiano.
La redacción
* Enlace al documento pdf: Cristianismo y Masonería.
miércoles, 21 de noviembre de 2018
EL TEATRO DEL GLOBO Y LA TRADICIÓN HERMÉTICA, por Manuel Plana
El Teatro del Globo, ubicado a orillas del mítico río Támesis en Londres, representa un monumento vivo del teatro clásico y las mejores tradiciones dramáticas. En 1997 fue reinaugurado muy cerca de donde se encontraba en 1599 el teatro original en el que Shakespeare actuó y vio interpretar sus piezas clásicas. Existen una serie de claves herméticas con frecuencia ignoradas que lo vinculan al misterioso personaje.
Enlazamos a continuación el artículo aparecido en la Revista Letra y Espíritu nº 3. de 1999: El Teatro del Globo y la Tradición Hermética
lunes, 1 de octubre de 2018
sábado, 15 de septiembre de 2018
TATTVA Y PRAMÂ EN EL SHIVAÍSMO DE CACHEMIRA, por Debabrata Sensharma
Enlazamos a continuación un importante estudio del profesor Debabrata Sensharma sobre algunos conceptos esenciales del Shivaísmo Advaita de Cachemira. De especial interés para una introducción histórica al desarrollo de las escuelas shivaítas, y sobre todo al despliegue de las categorías cosmogónicas o tattvas.
La Redacción
jueves, 30 de agosto de 2018
UNIVERSO, MENTE Y CONCIENCIA (desde las enseñanzas no duales), por Sergio Trallero Moreno
Pese a lo que puede sugerir el título, esta conferencia no va a tratar de ciencia, neurociencias, cosmologías o teorías físicas de vanguardia; ni tampoco de ningún enfoque Nueva Era, sino que va a estar centrada en fuentes tradicionales, maestros de linaje y textos sagrados.
Tengo que advertir que todo esto es un discurso mental evidentemente, pero para referirme a realidades inefables que no se pueden definir con palabras. Por lo tanto recomiendo tomarlo como un "juego del lenguaje" que pueda inspirar a cada uno lo que hay más allá de dichas palabras. De hecho sería más apropiado hacer silencio o estar meditando. Pero el lenguaje también es una facultad divina presente en el hombre y si se sabe usar bien es bastante evocador.
Quería enfatizar que la espiritualidad genuina se basa ante todo en un cambio en la percepción de la Conciencia desde la que vemos la realidad y a nosotros mismos. Y para ello es fundamental soltar todas las programaciones mentales que arrastramos, tanto personales, familiares, sociales y culturales. Tenemos toda una serie de condicionantes, muy inconscientes, que nos determinan. De lo que se trata es de soltar todo ello para conectarnos con una visión de la realidad totalmente espontánea, sin esfuerzo y abierta: una comprensión directa de lo real.
Somos hombres occidentales, y el drama de Occidente es que los últimos quinientos años de la Modernidad ha habido una confusión muy grande de todos estos asuntos. Pero en Occidente también ha habido referencias importantes en cuanto a esta aprehensión directa de la Realidad: en la Grecia presocrática hubo muchas intuiciones de los primeros filósofos que intentaron pensar la unidad de la Naturaleza. En el Hermetismo greco-egipcio también había otra forma de espiritualidad, más esotérica y "hermética". Dentro del Judaísmo la Cábala hebrea desarrolló toda esta visión no dual. Los grandes místicos cristianos también nos han hablado de lo mismo. Y dentro del Islam el Sufismo representa la espiritualidad no dual.
domingo, 12 de agosto de 2018
EXPLICACIÓN DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (y parte III), por M. Eckhart
VERBUM CARO FACTUM EST ET HABITAVIT IN NOBIS
Hay que señalar de entrada que “caro” es puesto aquí en lugar de “homo”, según este fraamento de Mateo XXIV, “Ninguna carne será salvada” y Rom. III, “Ninguna carne será justificada por las obras de la ley “. El evangelista ha preferido decir verbum caro factum est en vez de “homo factum est” para realzar la benignidad de Dios, el cual no ha asumido sólo el alma del hombre sino también su carne, golpeando así la soberbia de aquellos que, interrogados sobre su parentela, responden refiriéndose a alguien poseedor de determinada dignidad pero callan su origen: son, dicen, sobrinos de tal obispo, preboste, deán o lo que sea, como el mulo que preguntado sobre quién era su padre, y avergonzado de ser hijo de un asno, contestó diciendo que era sobrino de un alazán de batalla.
Por otra parte, como hemos dicho anteriormente, el primer fruto de la encarnación del Verbo, que es hijo de Dios por naturaleza, es que nosotros seamos hijos de Dios por adopción. Poco me importaría en efecto que el Verbo se haya hecho carne en Cristo, suponiéndole distinto a mí, si Él no se hubiera también (hecho carne) en mí personalmente, para que yo sea también hijo de Dios. “Quien dice hijo dice heredero” (Epístola a los Galateos, IV, 7). Quizás es esto lo que pedimos po consejo del Señor: “Que Tu voluntad se haga en la tierra como en el cielo” (Mateo, VI), es decir, que la voluntad del Padre, como se ha hecho en Cristo, “in coelo”, para que Él fuera hijo – la voluntad del padre en tanto que padre siendo por naturaleza engendrar y tener un hijo – (se haga) “in terra”, es decir en nosotros, que habitamos la tierra, para que seamos hijos de Dios. Rom. VIII: “ Si (vosotros sois) hijos (vosotros sois) herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo”, y más adelante “Que ha predestinado a devenir conformes a la imagen de Su hijo, a fin de que Él sea el primer nacido de numerosos hermanos” (Epístola a los Romanos, VIII, 29). Es esto lo que aquí se dice: verbum caro factum est, en Cristo primer nacido, et habitavit in nobis, cuando somos engendrados hijos de Dios por adopción. También se dice más adelante, en el capítulo XVI “Os volveré a ver, y vuestro corazón se regocijará, y nadie os privará de vuestra alegría” (San Juan, XVI, 29). Dios, hecho hombre para nosotros en Cristo, nos ha visto; nos volverá a ver adoptándonos como hijos, y habitando en nosotros como un padre en sus hijos.
sábado, 28 de julio de 2018
EXPLICACIÓN DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (parte II), por M. Eckhart
LUX IN TENEBRIS LUCET ET TENEBRAE EAM NON
COMPREHENDERUNT
Estas palabras se han explicado anteriormente de tres maneras. Hay que señalar que la luz ilumina perfectamente el medio, pero no emite raíces en él. Asimismo el medio recibe la luz del cuerpo luminoso inmediatamente, no el oriente antes que el occidente, o el occidente antes que el oriente, sino ambos simultáneamente, y ambos inmediatamente del cuerpo luminoso, porque éste no emite raíces ni al oriente ni a ninguna parte del medio. Por tanto la luz no se adhiere al medio y no tiene heredero, ni el cuerpo luminoso hace al medio heredero de su acción, que es iluminar: comunica con el medio como recíprocamente y, pasando, en modo de pasión; de paso y de devenir, de manera que el medio es, y es dicho, iluminado, pero no le comunica su luz en modo de cualidad merecedora enraizada y adherente, de forma que la luz permanezca, adhiera e ilumine activamente en ausencia del cuerpo luminoso.
Es totalmente distinto con el calor que es engendrado en el medio con la luz. El calor, en efecto, emite en efecto una raíz en el medio. Además, adhiere y permanece en ausencia del cuerpo luminoso. En tercer lugar, se produce en occidente después de oriente, sucesivamente en el tiempo, no súbitamente y en un instante. En cuarto lugar, el medio se calienta no sólo parte tras parte, sino por parte y en parte. Asimismo, en quinto lugar, no es cualquier parte la que se caliente inmediatamente por el cuerpo luminoso. Se deduce que, en sexto lugar, el medio recibe el calor no sólo en modo de devenir y de paso y de pasión y de reciprocidad y de hospitalidad, de manera que es y es dicho calentado, sino en modo de adhesión y de herencia filial, de forma que es y es dicho calentador, heredero de la acción calentadora, que es calentar activamente.
viernes, 13 de julio de 2018
EXPLICACIÓN DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (parte I), por M. Eckhart
Publicamos a continuación la traducción de un texto inédito en castellano del gran Meister Eckhart. Se trata de un extenso comentario al Evangelio de San Juan. El más conocido e influyente de los místicos renanos, de influencias neoplatónicas y no exento de condenas por herejía y visto como heterodoxo por los estamentos religiosos, representa una de las figuras cumbre de la metafísica no dual en el seno no sólo del cristianismo sino de todo occidente. Su distinción entre la Divinidad absoluta y su expresión en la Trinidad recuerda mucho a similares conceptos del vedanta advaita, el desapego y abandono total ante esta divinidad a reminiscencias sufíes y su trasfondo de nihilismo metafísico a ciertos aspectos budistas, todo ello salvando las distancias entre tradiciones que, desde sus propios discursos apuntan a una misma vivencia no dual de la realidad.
Introducción
Como sabemos, están en curso en Leipzig la edición de las obras latinas y alemanas de Maître Eckhart. Entre las obras latinas, las más importantes son los Comentarios de las Escrituras, que Eckhart compuso para los estudiantes de las Universidades de París, Strasbourg y Colonia, en las que enseñó sucesivamente de 1311 a 1326. Al parecer comentó todos los libros de las Escrituras, pero sólo nos han llegado, conservados en estado fragmentario en tres manuscritos, los Comentarios sobre el Génesis, sobre el Éxodo, sobre la Sabiduría, sobre el Eclesiastés y sobre el Evangelio de san Juan. Este último comentario, ciertamente el más extenso, se encuentra en un manuscrito de la Biblioteca del Hospital Saint-Nicolas de Gernkastel-Cues, que data de 1444 y proveniente de la Biblioteca de Nicolás de Cusa. Hemos considerado que los lectores de Êtudes Traditionnelles estarían interesados en poder leer en francés un texto tan característico.
El traductor se ha esforzado en mantener lo más fielmente posible la expresión escolástica de una dialéctica a veces ardua; si una determinada frase parece poco clara, al menos en una primera lectura, es porque el original en latín no lo es más. A fin de conservar los matices y la concisión del lenguaje, hemos creído poder recurrir a ciertos neologismos, tales como “intelectuar” (para designar el acto propio del intelecto), “exhilarar”, es decir provocar la hilaridad (del que el francés solo ha conservado el participio “exhilarante”), “principiar” y “principiado” (para indicar el acto del principio en tanto que tal, y su “fruto, o hijo”, como dice Eckhart). En fin, nos hemos abstenido de traducir a lengua vulgar las citas del Evangelio según San Juan.
(C.D.)
jueves, 28 de junio de 2018
APROXIMACIÓN AL SUFISMO (El viaje del Uno al Uno), por Manuel Plana
A menudo las tradiciones espirituales se comparan a sí mismas a una rueda, que a su vez es uno de los símbolos más universales de la manifestación cósmica. En el caso del Islam, la Shariyah o Ley religiosa ocupa la llanta, la parte que gira de la rueda. Las diferentes Tûruq o vías iniciáticas del sufismo, o mejor dicho, del Tasawuf, son los radios que conducen del exterior al interior de la rueda. En su centro se encuentra la Verdad o Realidad esencial, la Hâqiqa, idéntica al secreto espiritual (Sirr), que es el motor inmóvil que permite y sostiene la existencia de todo el conjunto.
El trayecto que va de la periferia al centro de la realidad, de la multiplicidad exterior a la verdad interior y unitaria del ser, es el de la realización espiritual, la via iniciática, la senda que conduce a Allah. Es el “camino recto” (sirata’l-mustaqim) del que habla la sura de apertura del Corán, la Fatiha, que todo musulmán repite en todas sus oraciones del día, y que sustancialmente se distingue del camino circular que toman aquellos que erran indefinidamente por la periferia o epidermis de la realidad.
A diferencia de los viajes y trayectos que puedan cumplirse en el mundo exterior, éste otro viaje, en cambio, se cumple estrictamente en lo interior; uno emprende la marcha hacia dentro, hacia la unidad, del uno al Uno. Todas las referencias de un viaje exterior ordinario se transponen aquí, simbolicamente, a lo interior, dentro del cual existe toda una geografía por explorar. Bajo este aspecto el sufismo es la Tariqa, la vía, que conduce al ser del exterior al interior, de la superficie al núcleo de la realidad, permitiéndole recuperar, primero, el sentido de la orientación espiritual y después la esencia de lo que es verdadera y eternamente y de lo cual ha perdido casi por completo la memoria. Es éste el verdadero viaje iniciático, el viaje arquetipico del que hablan todas las tradiciones y mitos de la humanidad, ya que en él reposa todo el sentido de nuestra existencia, que no es otro que el que se refiere a la realización espiritual, al cumplimiento de nuestras posibilidades reales más elevadas.
lunes, 28 de mayo de 2018
lunes, 9 de abril de 2018
DEL RETORNO A LA PATRIA ORIGINAL (MATRIZ PRIMORDIAL DE LA CREACIÓN) CON LA LLAVE QUE CIERRA Y QUE ABRE (y parte III), por Ana Emilia Agüero de Chazal
El tema de la gran liberación está referido al retorno a Binah, la Madre Primordial, llamada también Éden o Jardín de las almas. Con Binah se entra al nivel más elevado de los 4 mundos en los que se despliega el árbol de la vida, el nivel de Atziluth.
El retorno a Binah “Entendimiento”, supone el regreso al útero primordial, y a través de él al germen divino primero que viene de la simiente del Padre representada en la letra iud, donde ya estamos en el nivel de Jokmah “Inteligencia”, séfirah llamada “el Padre”. Ambas, Jokmah (Padre) y Binah (Madre), han partido de Keter “Corona”.
“La Séfirah Keter es llamada también el Anciano de los ancianos. Éste está compuesto por tres naturalezas o principios superpuestos: varón, hembra e hijo.” O sea que Keter, la cual representa la Unidad, y la cabeza de la Creación, contiene ya los tres principios. Y por eso de ella parten la séfirah Jokmah “Inteligencia” llamada “Padre”, en columna derecha relacionada con el principio masculino; la séfirah Binah “Entendimiento” llamada “Madre”, en la columna izquierda del principio femenino; y la séfirah oculta Daat “Conocimiento” que une a ambas en la columna central, relacionada con el tercer principio.
Así como Keter (Corona) es la cabeza del árbol sefirótico y en ella se encuentran tres naturalezas superpuestas, la palabra Bereshit representa la cabeza de la Creación y en ella se expresan tres naturalezas varón, hembra e hijo.
Este tema del Principio de la Creación visto como un matrimonio entre un aspecto masculino y otro femenino, aspectos que a su vez parten de un principio original e indiferenciado está presente en la palabra Bereshit, ya que no solo nos presentaba las tres naturalezas del varón, la hembra e hijo, sino en realidad cuatro, a través de un principio original previo, del cual parte la primera pareja de opuestos (“varón y hembra” o “Padre y madre”). Y en éste principio primero y original es donde esas dos naturalezas se encontraban indisolubles, tal como en aquel principio que representaba al hijo (37) por ser el producto de los dos contrarios y contener ambos atributos.
viernes, 9 de marzo de 2018
DEL RETORNO A LA PATRIA ORIGINAL (MATRIZ PRIMORDIAL DE LA CREACIÓN) CON LA LLAVE QUE CIERRA Y QUE ABRE (parte II), por Ana Emilia Agüero de Chazal
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La separación de Dios y la Matrona
Dijimos que la Shekinah está ligada al centro sagrado. También dijimos que el pecado es lo que crea distancia con el principio, y en palabras del Zohar lo que separa a la Matrona de Dios.
Durante el Éxodo la Presencia Divina habitaba sobre el Arca de la Alianza, dentro del Tabernáculo realizado por Moisés bajo las instrucciones de Dios. Luego pasó a habitar en el Tabernáculo del Templo construido por Salomón, “desde donde se establece un vínculo directo con la morada del Rey en la Jerusalén Celestial”. Manifiesta el Zohar que, con Moisés la Divina Presencia o Matrona toma contacto con el Mundo de Abajo por primera vez; pero Salomón fue el primero en unir a la Matrona con su Esposo de Arriba, permaneciendo ella aquí abajo. Con Salomón la Shekinah al habitar el Templo que simboliza el corazón del centro sagrado del mundo, se encuentra ocupando el lugar del polo espiritual, asegurando así la comunión entre la Tierra y el Cielo, aquello que significa en algún nivel la Unión de la Matrona y el Rey.
Pero desde que el Templo fue destruido y profanado por los pecados de los hombres, Dios se retira a lo más alejado del cielo y quita sus ojos del templo, y del pueblo de Israel. El pueblo es exiliado y acompañado en este exilio por la Shekinah, la cual debe abandonar desde entonces el lugar del polo, el centro sagrado se ha perdido y con esto el contacto directo con el Cielo. La Shekinah se retira al exilio para proteger al pueblo de Israel, y sufre por él como una madre sufre por sus hijos.
El exilio de la Shekinah al abandonar el lugar del polo espiritual, el corazón del centro sagrado del mundo, puede ser considerado de alguna manera como un alejamiento de la Presencia Divina del mundo, nos advierte el Zohar. Dicho alejamiento produce la pérdida del centro sagrado, el cual deviene inaccesible. Desde entonces al no haber comunicación directa entre el Mundo de Abajo y el Mundo de Arriba de donde proviene la Misericordia Divina, este mundo cae bajo el dominio del Rigor y la Shekinah sufre porque el pueblo de Israel está en exilio en la tierra del rigor.
“Pero ahora que el Templo está destruido y que la Shekinah está con Israel en el exilio, no hay ni un solo día sin maldición; el mundo está maldito y no hay alegría ni Arriba ni Abajo.”
miércoles, 21 de febrero de 2018
PALABRA, LENGUAJE Y TRADICIÓN ESCRITA EN EL TASAWWUF ISLÁMICO, por Manuel Plana
El Islam, como el judaísmo y el cristianismo primitivo (hasta su “romanización”), son tradiciones iconoclastas: no conciben hacerse imágenes o representaciones figurativas y/o antropomórficas de lo divino, ya que en su trascendencia lo divino esta libre de materialidad, de forma, figura, condición y limitación alguna, aunque a la vez se manifieste en su inmanencia con todas las formas de la creación mediante una variedad incalculable de seres, modalidades y estados.
Son pues religiones que ponen énfasis en la trascendencia divina más que en su inmanencia, ya que en el segundo caso observan el peligro de caer en un panteísmo o naturalismo, al confundir la acción de la naturaleza sensible con el obrar divino, y de ahí al ateísmo hay apenas un paso.
Apelando sobretodo a la trascendencia, el Islam prefiere representar todo el mundo espiritual de manera abstracta, no figurativa, siendo una cultura de origen nómada. En efecto, el ancestro bíblico de los pueblos árabes –en esa época aún no islámicos- es Ismael, el primogénito de Abraham, hijo suyo y de la esclava egipcia Agar. Los pueblos nómadas, como el hebreo y el árabe original, no se asientan en lugares fijos, no tienen necesidad de construir ciudades ni de practicar sus artes plásticas ya que su vida se desarrolla en ámbitos espaciales siempre abiertos y diferentes al estar en permanente movimiento. Practican sobretodo las artes del tiempo: el canto, la música, la danza, la poesía, el tejido y sobretodo la caligrafía y el arabesco. Pero la base de todas esas manifestaciones artísticas es eminentemente la lengua sagrada, el árabe en este caso.
viernes, 9 de febrero de 2018
DEL RETORNO A LA PATRIA ORIGINAL (MATRIZ PRIMORDIAL DE LA CREACIÓN) CON LA LLAVE QUE CIERRA Y QUE ABRE (parte I), por Ana Emilia Agüero de Chazal
El título de este texto, “El retorno a la Patria Original”, hace referencia al tema del “Retorno al Principio”. La idea de retorno o vuelta al principio supone que hubo un alejamiento previo, alejamiento que representaría una caída, un descenso desde una condición original.
Podemos considerar el concepto de alejamiento del principio desde diferentes escalas o niveles:
Desde el nivel más elevado, podríamos ver al Principio como aquel punto de partida de toda la Creación, llamado por los cabalistas la “cabeza” de la creación, representado en la letra iud. El principio estaría situado en ese punto crucial entre el paso de lo inmanifestado a lo manifestado, en ese paso entre el “No ser” y el “Ser”. Desde esta perspectiva el Principio es aquella Unidad Primordial de la que todo parte. Entonces todo el proceso de manifestación del mundo, la existencia misma, puede considerarse como alejamiento del Principio o una consecuencia de él. La etimología de la palabra existencia lo indica, “ex-estare” significa “estar fuera de”.
Existir es “estar fuera de” ese Principio que constituye el origen de todo, es estar fuera de la Unidad que ha partido del “No Ser”, el Ein Sof de los cabalistas. Por ello la existencia misma constituye un alejamiento del Principio, estando fuera de él.
Pero desde otro nivel o escala, ya dentro de este mundo, al Principio representado geométricamente en el centro del círculo, podemos considerarlo en relación con el centro sagrado, el corazón del mundo. Y dentro de este nivel considerarlo en correspondencia a los diferentes ciclos o edades.
viernes, 8 de diciembre de 2017
LAS DUALIDADES CÓSMICAS, por René Guénon
En varias ocasiones se ha comentado que para comprender acertadamente las doctrinas no-duales, como el shivaismo advaita de cachemir o el advaita vedanta, primero debe tomarse clara consciencia del propio pensamiento dual, en qué consiste; su carácter ilusorio; qué alcance tiene; hasta que punto es legítimo y cuantos tipos de dualismo pueden haber. Sobre este tema presentamos un trabajo muy aclaratorio de R. Guénon que ahora puede encontrarse traducido en internet en algunas recopilaciones bastante recientes que para el caso es bien oportuno y muy aclaratorio.
La redacción
Sucede en ocasiones, más a menudo de lo que se cree comúnmente, que las teorías científicas más recientes, por las consecuencias que ellas implican, van a dar con ciertas concepciones antiguas generalmente olvidadas o desdeñadas durante la época que precedió inmediatamente la nuestra, y que además son obstinadamente ignoradas muy a menudo de manera preconcebida. Esos acercamientos pueden parecer extraños a ciertas mentalidades, y no obstante son un hecho, y un hecho extremadamente importante desde el punto de vista de la historia de las ideas; si uno lo tuviese en cuenta tanto como debiera, podría ser inducido a modificar muchas conclusiones. Para nosotros, no hay ideas verdaderamente nuevas (hablamos de ideas, entiéndase bien, y no de sus aplicaciones prácticas), pero lo que crea la ilusión de la novedad y la originalidad es que las mismas ideas han podido ser presentadas, según las épocas, bajo formas extremadamente diversas para adaptarse a mentalidades igualmente diferentes; se podría decir que no es lo que se piensa lo que varía, sino solamente la manera de pensarlo. Es así como, por ejemplo, la moderna "filosofía de las ciencias" acaba por coincidir con la antigua "cosmología" en algunos aspectos, aunque aquélla tenga un punto de partida totalmente distinto y proceda por una vía en cierto sentido inversa. Por supuesto, no se debería creer que, partiendo de las ciencias y sobre todo de las ciencias experimentales, sea posible alcanzar el dominio de la metafísica pura: la distancia es demasiado grande y la separación es demasiado profunda; pero al menos, se puede penetrar hasta un cierto punto en el dominio intermedio entre el de la metafísica y el de la ciencia en el sentido en que la entienden los modernos, dominio que era en la antigüedad y en la Edad Media, como lo es aún para los orientales, el de lo que llamaremos las "ciencias tradicionales". Estas ciencias eran tradicionales sobre todo porque ellas tenían, directa o indirectamente, un fundamento de orden metafísico, porque no eran, en suma, más que una aplicación de los principios metafísicos a tal o cual punto de vista más o menos especial, y este caso era en particular el de las especulaciones cosmológicas; no hay nada parecido a ello en las conclusiones filosóficas derivadas de las ciencias actuales, pero la coincidencia, cuando se produce, es más que remarcable. El punto de vista de los antiguos era esencialmente sintético; el de los modernos, por el contrario, se manifiesta como analítico, y si es susceptible de dar parcialmente los mismos resultados, no es sino por una vía mucho más larga y como desviada.
viernes, 24 de noviembre de 2017
miércoles, 12 de julio de 2017
ASCENCIÓN EXTÁTICA Y VUELO MÁGICO ENTRE CHAMANES Y YOGUIS (parte II), por Armando Montoya-Jordán
ESTADOS DE CONCIENCIA ENTRE CHAMANES Y YOGUIS
El descubrimiento de la religiosidad arcaica por parte de la civilización occidental, sobre todo a partir del siglo XIX, hizo posible que muchos estudiosos recopilaran cuantioso material sobre los rituales y las creencias de los diversos mundos que conforman la cosmovisión mítica del chamanismo. No obstante, es un hecho evidente que, debido a sus fuentes narrativas de orden predominantemente oral, todo el corpus narrativo que recogían sus enseñanzas ha llegado hasta nosotros de manera harto fragmentada. Además de este factor, debemos tener en cuenta las limitaciones de la mentalidad imperante en la intelectualidad europea de aquella época, a la hora de recopilar dichas narraciones orales. Todas esas limitaciones se vieron plasmadas en obras como "La Rama Dorada" (1), un clásico de la antropología religiosa decimonónica; dicha obra resume los prejuicios positivistas imperantes en la mentalidad europea de ese siglo de manera manifiesta, hecho que quedo evidenciado en sus discursos de orden ilustrado, y la subsiguiente subvaloración de todo fenómeno sacro y, por extensión, de toda cosmovisión tradicional, calificadas como meras supersticiones, fruto de la mentalidad primitiva. Podemos afirmar pues, desde una perspectiva hermenéutica, que todas las buenas intenciones de generaciones de etnógrafos y antropólogos crearon más problemas que soluciones a la hora de hacer una valoración real, en otras palabras omnicomprensiva, de dichas manifestaciones míticas y sagradas.
Ahora bien, la cuestión de crucial importancia a resolver es ¿Cómo poder penetrar en los significados más profundos de tales narraciones, de modo que pudiesen dar testimonio de aquellos estados de conciencia relatados por los chamanes? ¿Cómo resolver la carencia de fuentes que pudieran arrojar luz sobre las doctrinas soteriológicas más profundos del chamanismo y, de este modo, revelar el sentido último de sus experiencias?
martes, 27 de junio de 2017
LA ALQUIMIA DE LA ASTROLOGÍA (y II), por Sergio Trallero Moreno
Es común en la astrología moderna una visión horizontal, centrada arquetípicamente en los signos zodiacales, que nos muestra el desarrollo evolutivo espiral del Samsara, de todo ciclo vital. Pero no está bien comprendida la perspectiva vertical centrada en las funciones jerárquicas representadas por los planetas. Estos últimos de hecho son los que le otorgan el "cuerpo" a la astrología, más allá de las distintas divisiones abstractas del espacio-tiempo, discrepantes en muchos casos entre escuelas, épocas o culturas (véase sistemas de casas, número de signos, mansiones lunares, sideralistas-tropicalistas).
Casi siempre se tiende a explicar el significado planetario en base a una extrapolación de sus signos correspondientes, es decir, comprender un planeta en base a su signo o signos, cuando debería ser al revés. Este hecho puede rebajar la intuición del arquetipo, puesto que los planetas son los principios originales que generan en su despliegue simétrico de dobles regencias los signos zodiacales.
Los Planetas son claves, puesto que representan las energías angelicales de ascenso y descenso de los flujos existenciales, entre el mundo superior y el inferior, configurando así al Anthropos Cósmico, mediador entre Cielo y Tierra según todas las doctrinas esotéricas tradicionales. O lo que es lo mismo: la función planetaria realiza la vehiculación hermética, mercurial, entre los mundos.
De lo que se trata por tanto a continuación es de aportar algunas claves que puedan ayudar a profundizar en el simbolismo planetario. En ellos podemos describir todo el proceso iniciático del alquimista, el mapa astral de su alma, los itinerarios y fases a seguir.
El hermetismo concibe una Simpatía universal entre lo de arriba y lo de abajo, Cielo y Tierra, permitiendo que una misma Energía Universal se manifieste, sutil-etéreamente en los planetas y densa-materialmente en el reino mineral.
Los rayos del Sol hacen que se produzca Oro en las entrañas de la Tierra, a través de diversos grados de perfección mediante los llamados metales nobles. Así, la acción de cada planeta, al servicio del astro rey, produce un tipo de metal en el seno terrestre, en proceso de maduración hacia el oro. Esta maduración subterránea es la que recrea el alquimista en su trabajo interior por fases, imitando como siempre la Naturaleza.
domingo, 11 de junio de 2017
LA ALQUIMIA DE LA ASTROLOGÍA (I), por Sergio Trallero Moreno
Cuando se habla de Cosmología en un sentido tradicional se hace referencia a las Ciencias Sagradas que desarrollan los principios sobre los que se sustenta la Manifestación o Ser cósmico. Esto nada tiene que ver con la concepción común de Cosmología usada por la ciencia moderna, ya que ésta última pretende analizar, en frío y cuantitativamente, un supuesto mundo objetivo, externo, totalmente separado del sujeto conocedor, en el que las cualidades no mensurables se niegan.
Desde el punto de vista del hombre antiguo, esa premisa es inconcebible, puesto que unos mismos principios vertebran la realidad de forma unitaria. Así, el Hombre se concibe como un Cosmos en sí, pero no un Cosmos diferente del percibido por los cinco sentidos. En la visión interna se abre un Universo tan infinito o más que el aparentemente externo. El Conocimiento sagrado por tanto siempre es uno y el mismo, se vuelque la mirada hacia afuera o hacia adentro.
Este Conocimiento, o mejor dicho Sabiduría en el sentido de Gnosis, no se presenta dado per se (de hecho es inexistente para el profano) sino que es necesaria toda una progresión iniciática, reveladora e iluminativa, que vaya quitando los velos de la ignorancia dual. De ahí también que no se trate de un conocimiento meramente humano, producto de sus capacidades mentales, sino de una instancia suprahumana, de esferas espirituales superiores, como presentan todos relatos antiguos al remitirlo a un linaje y procedencia divina o angélica que en un momento dado, de un modo u otro, desciende en el ámbito humano.
Como se ha apuntado, la Cosmología sagrada muestra las Leyes sutiles mediante las que opera y está edificada toda la Manifestación íntegra, en un orden jerárquico de principios y esferas que dinamizan espiritualmente todo el devenir. Digamos que se trata de un intento de captar el plano de la mente del Gran Arquitecto del Universo; los prototipos universales que posibilitan toda creación y recreación. En un sentido iniciático la realización de esta gnosis corresponde a los Misterios Menores de la tradición eleusina.
jueves, 1 de junio de 2017
PUBLICACIÓN DEL LIBRO "LOS PLANETAS. FUNCIONES DE LA CONCIENCIA HUMANA" de Sergio Trallero
Los Planetas de nuestro Sistema Solar no son simplemente unos objetos externos, lejanos e inanimados que nada tienen que ver con nosotros, como nos dice la ciencia oficial, sino que se expresan en el interior de nuestra conciencia configurándola de una forma totalmente viva y rica en significados.
El presente libro nos introduce en el milenario saber astrológico desde un lenguaje actual, para comprender el funcionamiento de los arquetipos planetarios a nivel psicológico y desvelar sus claves interpretativas. Para ello se desarrollan las nociones fundamentales y necesarias que permitan adentrarnos en la Astrología y atisbar su inestimable potencial simbólico para recrear el relato del alma con gran precisión.
El texto está dirigido tanto a personas sin nociones astrológicas interesadas en una primera aproximación al lenguaje del cosmos y su cifrado simbólico, como a personas con conocimientos astrológicos, profesionales o no, que deseen revisar y sintetizar conceptos.
Lo más real y consistente de la astrología, dentro de todos sus elementos, son los Planetas y su reconocimiento como facultades internas de nuestra psique. Por ello la tesis implícita presentada aquí considera su correcta asimilación como imprescindible e incluso previa a los tan conocidos Signos zodiacales, los cuales extraen mucho de su significado de ellos.
Dentro de la literatura astrológica, los Planetas han sido muy tratados evidentemente, pero de un modo aislado, desconexo o esquemático, cuando no disperso y distorsionado. Comprender la unidad sistémica de fondo y presentarla monográficamente puede clarificar muchos conceptos confusos además de aportar rigor para futuras investigaciones y acercamientos interdisciplinares al campo astrológico.
El libro pretende así llenar el vacío existente al respecto, a modo introductorio, al abordar de la forma más homogénea y cohesionada posible esta misma Estructura Universal que a nivel externo llamamos Cosmos (Sistema Solar) y a nivel interno Conciencia (Funciones Psíquicas).
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