viernes, 15 de mayo de 2015
SOBRE ALGUNOS RITOS MASÓNICOS SUPLEMENTARIOS, por H:. Graal
Dentro de la regularidad masónica existen algunas prácticas iniciáticas compatibles con su ritual que algunas logias incluyen en sus trabajos. La ausencia de actividad ritual regulada entre la apertura y la clausura de los trabajos ha dado pie a ello si lo que se pretende es salir del protocolo normal de tipo administrativo más que iniciático. Las prácticas pueden ser variadas siempre que se atengan al grado y a las características de la Orden; los sincretismos, aquí como en cualquier otro contexto iniciático, son funestos para la coherencia y unidad de la vía tradicional en juego y, desde luego, para la salud espiritual del iniciado. La invocación de ciertos nombres sagrados, por ejemplo, siempre ha revestido polémica al tener que elegir. Se sabe que El-Shadai (el Omnipotente) era una fórmula de invocación y evocación ritual entre los antiguos operativos, lo cual ha quedado fijado en algunos grados del R.E.A.A. No obstante, su invocación ritual en las logias actuales presenta algunas dudas a parte de ser muy incierta.
De hecho, si tuviéramos que atenernos a los libros sagrados, es decir, a las tradiciones que la Masonería acepta como compatibles (los que figuran y pueden figurar encima del Altar de los Juramentos), algunos de los nombres sagrados que aparecen en ellos podrían invocarse ritualmente en logia y como parte de la labor iniciática, sólo que cabría afinar muy bien las características simbólicas de cada uno con respecto al grado y a la función, cosa que exigiría una sólida formación simbólica de ambas tradiciones por parte del cuadro de oficiales. Pero aunque así fuera, al tratarse de ámbitos iniciáticos, para invocar un nombre sagrado hebreo, islámico o hindú, por ejemplo, no lo podría decidir el sólo criterio del taller sino el permiso y la transmisión de un representante autorizado de la tradición concertada.
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