jueves, 26 de abril de 2018
DE LO SENSIBLE A LO SUPRASENSIBLE. ALGUNOS TÉRMINOS DE LA ESTÉTICA INDIA*, por K.D. Tripathi **
El enfoque indio holístico y cosmocéntrico rige toda la visión india de las artes y de la estética. Por consiguiente, una investigación acerca de la concepción india del tiempo, del espacio, de la dirección, del universo, de la substancia o de los elementos, de los números, de la relación y de la acción, etc., es esencial para entender con claridad las artes y la estética indias, como también lo es la indagación en la naturaleza del atman. El concepto de mahābhūtas* puede servir de punto de partida para una mejor comprensión del mundo de la diferenciación, el universo del nombre y de la forma, reflejado en todas las manifestaciones artísticas. No obstante, la cuestión metafísica de superar el obstáculo del sentido del ego en la forma del "yo" limitado y del "mío", que ha supuesto el principal problema en casi todas las escuelas de filosofía védica y no védica, también está vinculada con la visión india del proceso creativo y de la experiencia estética.
La postulación del Ser como pura unidad y no-diferenciación para explicar la profunda correlación de los aspectos objetivo y subjetivo de la realidad culmina en la teoría estética de la experiencia unificada del rasa. El sistema de correspondencias entre el macrocosmos y el microcosmos, que vincula lo grosero y lo sutil, el sentido de la percepción y los estados emotivo humanos, prepara el camino para esta experiencia estética de unidad.
La multiplicidad del nombre y de la forma, la participación imaginativa y la celebración del color, del sonido, del tacto y del olfato sencillamente no termina aquí. Va más allá, llega hasta la unidad del Ser mediante la despersonalización de los estados emotivos. Para un esteta es un viaje desde lo sensual hasta lo suprasensual y en la expresión creativa, (1) para el artista supone un proceso a la inversa desde la unidad hasta la multiplicidad. Las tradiciones védicas y agámicas ofrecen una sólida base para esta teoría estética.
lunes, 9 de abril de 2018
DEL RETORNO A LA PATRIA ORIGINAL (MATRIZ PRIMORDIAL DE LA CREACIÓN) CON LA LLAVE QUE CIERRA Y QUE ABRE (y parte III), por Ana Emilia Agüero de Chazal
El tema de la gran liberación está referido al retorno a Binah, la Madre Primordial, llamada también Éden o Jardín de las almas. Con Binah se entra al nivel más elevado de los 4 mundos en los que se despliega el árbol de la vida, el nivel de Atziluth.
El retorno a Binah “Entendimiento”, supone el regreso al útero primordial, y a través de él al germen divino primero que viene de la simiente del Padre representada en la letra iud, donde ya estamos en el nivel de Jokmah “Inteligencia”, séfirah llamada “el Padre”. Ambas, Jokmah (Padre) y Binah (Madre), han partido de Keter “Corona”.
“La Séfirah Keter es llamada también el Anciano de los ancianos. Éste está compuesto por tres naturalezas o principios superpuestos: varón, hembra e hijo.” O sea que Keter, la cual representa la Unidad, y la cabeza de la Creación, contiene ya los tres principios. Y por eso de ella parten la séfirah Jokmah “Inteligencia” llamada “Padre”, en columna derecha relacionada con el principio masculino; la séfirah Binah “Entendimiento” llamada “Madre”, en la columna izquierda del principio femenino; y la séfirah oculta Daat “Conocimiento” que une a ambas en la columna central, relacionada con el tercer principio.
Así como Keter (Corona) es la cabeza del árbol sefirótico y en ella se encuentran tres naturalezas superpuestas, la palabra Bereshit representa la cabeza de la Creación y en ella se expresan tres naturalezas varón, hembra e hijo.
Este tema del Principio de la Creación visto como un matrimonio entre un aspecto masculino y otro femenino, aspectos que a su vez parten de un principio original e indiferenciado está presente en la palabra Bereshit, ya que no solo nos presentaba las tres naturalezas del varón, la hembra e hijo, sino en realidad cuatro, a través de un principio original previo, del cual parte la primera pareja de opuestos (“varón y hembra” o “Padre y madre”). Y en éste principio primero y original es donde esas dos naturalezas se encontraban indisolubles, tal como en aquel principio que representaba al hijo (37) por ser el producto de los dos contrarios y contener ambos atributos.
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