martes, 28 de diciembre de 2010
LA FRANC-MASONERÍA ANTE LA MENTALIDAD MODERNA, por H:. Graal
Sólo con leer atentamente el ritual de recepción y los manuales de instrucción del primero de los grados masónicos, el de Aprendiz (perfectamente asequibles en cualquier librería especializada) podrían disiparse gran número de confusiones que sobre muchos aspectos de la iniciación masónica afectan a gran parte no sólo de “profanos”, sino también de representantes de esta Orden. Por ejemplo, qué lectura tiene la Francmasonería del mundo moderno y qué valor otorga a sus criterios generales, pues no son pocos quienes, llamándose masones, los aceptan como algo normal, en especial los “cientificamente” probados, incurriendo en una evidente contradicción con sus ideas y su labor iniciática, la cual entonces es absolutamente inoperante, al menos en la dirección adecuada. Igualmente, en qué consiste en el fondo el perfeccionamiento iniciático del masón y qué papel tiene efectivamente la Orden en relación al hombre y la sociedad. Y esto es doblemente importante en cuanto que la doctrina masónica se define esencialmente como una cosmogonía, como una cosmovisión sagrada como sus propios elementos simbólicos y rituales, cosmovisión que difiere de la profana ordinaria y profana, por científica que sea, como cualquier otra tradicional auténtica, entendido que una verdadera cosmogonía encierra todos los principales aspectos de la realidad, y todos los conocimientos posibles accesibles al hombre, el cual dentro de ella no juega un papel accidental sino central y definitivo, al punto de considerarse un verdadero microcosmos perfectamente análogo al Cosmos.
martes, 21 de diciembre de 2010
SOBRE LAS PRESENCIAS DIVINAS Y LOS ESTADOS DEL ALMA EN EL SUFISMO, por Manuel Plana
Taw'il y Tafsir, Tasawwuf y Shari’a
En algunos hadith el Profeta (slaws) afirma explícitamente del Corán tener dos principales sentidos, uno interior y oculto (Batîn) y otro exterior y evidente (Zahîr) (1); cada uno tiene también aplicaciones distintas, aunque siempre complementarias, derivándose las dos principales líneas de exégesis (Istinbât) o discernimiento escriturario ('Ilm al Furqan) (2), la hermenéutica coránica: el Taw'il, interior, espiritual y metafísica, y el Tafsir, exterior y religiosa. A la primera corresponden las ciencias del Tasawwuf, de orden esotérico e iniciático, a la segunda las de la Shari’a y el Fiq, de orden religioso y legislativo respectivamente.
Es competencia del Tasawwuf la realización espiritual y la unificación suprema, meta última del “monoteismo” primordial y abrahámico. Y la de la Shari’a, la sacralización de la vida individual y social, su tiempo y su espacio, en vista a esa unificación como modelo pero según las posibilidades de la gran mayoría, las cuales se limitan a la perfección moral personal. Siendo un solo bloque, ambos no se sitúan en un mismo nivel sino que uno ocupa la base y el otro la cúpula del edificio, uno es el núcleo y otro la periferia; es del primero de donde le viene toda la eficacia al segundo, que no es sino una aplicación analógica al orden de las contingencias externas, que así quedan integradas a un orden sagrado.
En algunos hadith el Profeta (slaws) afirma explícitamente del Corán tener dos principales sentidos, uno interior y oculto (Batîn) y otro exterior y evidente (Zahîr) (1); cada uno tiene también aplicaciones distintas, aunque siempre complementarias, derivándose las dos principales líneas de exégesis (Istinbât) o discernimiento escriturario ('Ilm al Furqan) (2), la hermenéutica coránica: el Taw'il, interior, espiritual y metafísica, y el Tafsir, exterior y religiosa. A la primera corresponden las ciencias del Tasawwuf, de orden esotérico e iniciático, a la segunda las de la Shari’a y el Fiq, de orden religioso y legislativo respectivamente.
Es competencia del Tasawwuf la realización espiritual y la unificación suprema, meta última del “monoteismo” primordial y abrahámico. Y la de la Shari’a, la sacralización de la vida individual y social, su tiempo y su espacio, en vista a esa unificación como modelo pero según las posibilidades de la gran mayoría, las cuales se limitan a la perfección moral personal. Siendo un solo bloque, ambos no se sitúan en un mismo nivel sino que uno ocupa la base y el otro la cúpula del edificio, uno es el núcleo y otro la periferia; es del primero de donde le viene toda la eficacia al segundo, que no es sino una aplicación analógica al orden de las contingencias externas, que así quedan integradas a un orden sagrado.
martes, 14 de diciembre de 2010
OCHO ESTANCIAS SOBRE EL INCOMPARABLE, de Abhinavagupta
1.- Aquí ninguna necesidad de progreso espiritual, ni de contemplación, ni de habilidad dialéctica, ni de investigaciones; ninguna necesidad de meditar, ni de concentrarse, ni de ejercitarse en farfullar oraciones. ¿Dime cual es la Realidad última absolutamente cierta? Escucha esto: no tomes ni dejes (no vayas en busca de nada ni abandones tus obligaciones), y tal como eres, disfruta felizmente de todo.
2.- Desde el punto de vista de la Realidad absoluta, no hay transmigración. ¿Cómo se habla entonces de obstáculos en relación a los seres vivientes? Ya que el ser libre nunca ha tenido trabas, intentar liberarlo es vano. No hay más que la ilusión de la sombra imaginaria de un demonio, una cuerda confundida con una serpiente que produce una confusión sin fundamento. No dejes nada, no tomes nada, bien establecido en tí mismo, tal como eres, pasa el tiempo agradablemente.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
NOTA SOBRE EL NOMBRE DE ALLAH, por Manuel Plana
El nombre Allâh significa literalmente El Dios (en el sentido de Alabado, Adorado), el artículo se une aquí al nombre formando una sola palabra, es la contracción de al-illah. (1) Los maestros del Tasawwuf ven una distinción primordial entre estas dos palabras. Al (Él: Huwa) es apelativo de la esencia trascendente, incondicionada e inefable, el No-Ser divino, y Lâh el apelativo de la inmanencia creativa, conservadora y transformadora (respectivamente, Belleza-Jamâl, Misericordia-Rahman y Majestad-Jalâl) de un mismo Principio o Ser universal, la función de divinidad. Ambos aspectos, en realidad inseparables, trascendente e inmanente de lo mismo, se ponen en relación con el cero y la unidad metafísicos respectivamente.
sábado, 4 de diciembre de 2010
NOTAS A POSIBLES REFERENCIAS DE MUHAMMAD EN DISTINTOS TEXTOS SAGRADOS, por Sergio Trallero Moreno
Una vez hechas estas advertencias, y con la prudencia que requiere un asunto tan complejo como la exégesis de los textos sagrados y el carácter vivo y multidimensional de la Revelación (esotéricamente hablando), se pueden considerar dichos fragmentos.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
LOS PECES NECIOS: Antiguo cuento sufí atribuido a An-Nasafi.
Se preguntaban unos peces qué era el agua. El barbo decía: es una materia desconocida. La carpa: es un invento de los sofistas. La trucha: es un poder invisible. Querían saber más y para salir de dudas decidieron buscar a un pez sabio. Encontrarlo no les fue fácil, pero al fin dieron con uno. Él les dijo: El agua es vuestro elemento vital y también vuestro sustento. Os penetra y os rodea por todas partes, vivís y nadáis dentro del agua, por eso no la veis. Ellos se miraron extrañados; este pez está loco y desvaría, se dijeron entre sí, y marcharon decepcionados.
sábado, 20 de noviembre de 2010
MUHAMMAD: EL SELLO DE LA PROFECÍA, por Sergio Trallero Moreno
“Muhammad no es el padre de ninguno de vosotros, sino el enviado de Dios y el Sello de los Profetas. Dios es omnisciente” (Corán 33:40)
“La semejanza de los profetas que me han precedido conmigo es parecida a la de un grupo de obreros que han participado en la construcción de un edificio y lo han acabado dejándole un hueco vacío para una sola piedra o un sólo ladrillo. Los transeúntes dirán con asombro si solamente falta este ladrillo. Ese soy yo, quien llena ese espacio, y yo soy el último y el Sello de los profetas!” (Dicho del Profeta)
“La semejanza de los profetas que me han precedido conmigo es parecida a la de un grupo de obreros que han participado en la construcción de un edificio y lo han acabado dejándole un hueco vacío para una sola piedra o un sólo ladrillo. Los transeúntes dirán con asombro si solamente falta este ladrillo. Ese soy yo, quien llena ese espacio, y yo soy el último y el Sello de los profetas!” (Dicho del Profeta)
El soporte y vehículo de toda Revelación es lo que se entiende comúnmente como religión, pero de una forma más precisa Tradición sagrada, que en ocasiones presenta un entramado legal y moral de cariz exterior (manifestada en distintas formas según el momento histórico) pero que siempre es caracterizada por una dimensión trascendente, una doctrina metafísica, de esencia única y atemporal, en su núcleo más esotérico. Los profetas de las distintas tradiciones son así símbolos que cristalizan y actualizan aspectos metafísicos de lo divino, o mejor dicho, canales puros de una misma Verdad Eterna. Según el dicho de Muhammad : “Los Profetas son hermanos en su origen, nacidos de madres distintas, pero de una misma Religión” (Muslim, Sahîh, II, 224).
jueves, 11 de noviembre de 2010
DIESTRA Y SINIESTRA. NOTA SOBRE EL SIMBOLISMO CORPORAL, por Manuel Plana
La analogía que todas las sociedades tradicionales observan entre el hombre y el cosmos, hasta el punto de llamarlos, respectivamente, micro y macrocosmos, es algo más que una simple relación “natural” y también que una ingenua metáfora, para ellas son la expresión, reducida y ampliada, de una misma Realidad . Que “el hombre es la medida de todas las cosas” (Protágoras) evidencia en la cultura occidental este hecho común en la Tradición unánime, que la constitución del universo la lleva el hombre impresa en sí mismo, conjuntamente con todas las posibilidades que implica. El hombre, tomado aquí como paradigma, no se refiere al mero estado corporal, a su individualidad psicofísica, que es lo que menos lo diferencia, precisamente, de los animales, sino al Hombre total, al hombre anímica y espiritualmente completo.(1)
Esa perfección primordial, después perdida, incluye esa totalización o síntesis de posibilidades que incluyen los diferentes “mundos” o estados que componen la manifestación universal, actualizados en el Hombre perfecto, grado espiritual o “don original” solo accesible a través de un proceso iniciático de realización a partir de cierto momento.
Es congruente con este pensamiento que, hasta cierto punto, el hombre antropomorfice su ámbito cósmico, pues en relación a él es su unidad de medida, su patrón, y de igual modo, que él mismo y su sociedad se “cosmogonice”, se atribuya e imite comportamientos del cosmos astral y telúrico, ellos mismos símbolos de la realidad espiritual y la sensible, del Cielo y de la Tierra. En el lenguaje común y en el culto, en la toponímia, los patrones de medida, las herramientas, los instrumentos, etc… se encuentran indefinidas evidencias de un simbolismo corporal del que aquí estudiaremos tan solo el relacionado con las manos.
Esa perfección primordial, después perdida, incluye esa totalización o síntesis de posibilidades que incluyen los diferentes “mundos” o estados que componen la manifestación universal, actualizados en el Hombre perfecto, grado espiritual o “don original” solo accesible a través de un proceso iniciático de realización a partir de cierto momento.
Es congruente con este pensamiento que, hasta cierto punto, el hombre antropomorfice su ámbito cósmico, pues en relación a él es su unidad de medida, su patrón, y de igual modo, que él mismo y su sociedad se “cosmogonice”, se atribuya e imite comportamientos del cosmos astral y telúrico, ellos mismos símbolos de la realidad espiritual y la sensible, del Cielo y de la Tierra. En el lenguaje común y en el culto, en la toponímia, los patrones de medida, las herramientas, los instrumentos, etc… se encuentran indefinidas evidencias de un simbolismo corporal del que aquí estudiaremos tan solo el relacionado con las manos.
jueves, 4 de noviembre de 2010
NOTA SOBRE LA GRAFÍA DE LOS NÚMEROS ÁRABES, por Manuel Plana
Los números, como todos los lenguajes y códigos humanos primordiales, preexisten en el Intelecto divino ( y cósmico), es decir, en el Espíritu, al ser su propia irradiación, y nacen por revelación espontánea al estar incluidos en el propio ADN ontológico del ser humano (que no es sino una síntesis de ese Intelecto y una manifestación diferenciada de la unidad total indiferenciada), en el momento que necesita hacerlo. Como tales, son considerados una ciencia sagrada por excelencia, y en base a ellos y a sus diferentes lecturas (metafísica, ontológica, cosmológica, simbólica, conjetural, mercantil...) las sociedades antiguas y las tradicionales de todos los tiempos, han construido su civilización, su calendario ritual, sus ciudades y su orden interno.
sábado, 30 de octubre de 2010
SOBRE LA PROSTERNACIÓN RITUAL (el Suÿud), por Manuel Plana
En tanto gesto ritual (el Mudra hindú), la prosternación es algo que de una u otra manera encontramos presente en todas las formas tradicionales con un mismo sentido de sumisión con respecto al Principio. En el antiguo Testamento abundan ejemplos de prosternación ante la Presencia Divina (Sakina) y en el Islam sabido es que forma parte importante de la oración canónica (el suÿûd; mezquita -de masÿid- significa precisamente “lugar de la prosternación”). De hecho, Islam y muslim tienen por igual el sentido de sumisión a Dios, de lo cual esta postura es un símbolo perfectamente explícito. "Y ante Allah se postran voluntariamente o contra su voluntad, cuantos están en los cielos y en la tierra, y también sus sombras las mañanas y las tardes". (Corán XIII, 15. Ver también: C. VII, 206. XVI, 49-50. XVII, 107-109. XIX, 58. XXII, 18. XXII, 77. XXV, 60. XXVII; 25-26. XXXII; 15. XLI, 37-38. LIII, 62. XCVI, 19.) En efecto, la total dependencia del ser particular con respecto al Ser universal no encuentra mejor representación gestual que esta. También la genuflexión es señal de lo mismo en otras tradiciones, pero de una manera menos completa (1), al menos si se considera que la prosternación implica todo el cuerpo en posición horizontal, mientras aquella sólo incumbe a las piernas quedando el tronco erguido.
jueves, 28 de octubre de 2010
RECENSIÓN DEL LIBRO "EL SECRETO DE MUHAMMAD", de A. Aya, ed. Kairós, 2006, por 'Abdel Hakim.
Esta es una obra insólita en el panorama de las biografías existentes en torno al Profeta del Islam. El mismo autor pretende entrar directamente en la inmediatez y cotidianeidad de Muhammad, para analizar sus vivencias más íntimas. Todo ello, eso sí, absolutamente documentado, recopilando gran cantidad de hadices (de fiabilidad reconocida en el mundo musulmán) sobre lo más inhóspito.
Dicha investigación pretende superar las dos variantes y deformaciones que se han dado en torno a la figura del Profeta: por un lado, el cúmulo de siglos que lleva Occidente, y heredado por el arabismo en sus inicios, de descripciones tendenciosas y malintencionadas que abocaban a Muhammad a ser o bien un loco o bien un farsante; y por otro lado, la misma comunidad musulmana que, cayendo en un costumbrismo más que en un auténtico tradicionalismo, han mitificado no pocos aspectos de su vida, creando una especie de entelequia, resaltando unos hadices y olvidando otros.
miércoles, 27 de octubre de 2010
EL ISLAM HOY: ENTRE EL DESCONOCIMIENTO Y LA TERGIVERSACIÓN, por Sergio Trallero Moreno
La realidad presente exige cada vez con mayor pericia desenmascarar ciertas tendencias y prejuicios que enturbian día a día nuestra mentalidad. En especial debido al sensacionalismo e inmediatez de los medios de comunicación, que como relámpagos modulan hipnóticamente la opinión de las masas. Una gran víctima de esta falta de criterio, desconocimiento y uso abusivo del lenguaje fruto de la rapidez informativa ha sido el Islam, ayudada a su vez por la ya dispar y conflictiva situación interna.
Definir qué es y qué no es el Islam resulta imperativo en unos tiempos en que se extiende una conciencia generalizada de la problemática y dialéctica entre Oriente y Occidente. Cualquier persona con una cultura media reconoce la valía y esplendor de aquella civilización islámica de antaño que tanto aportó a Occidente, ya sea con la arquitectura, la filosofía, la medicina, el arte ornamental, la astronomía o la matemática. De hecho constituyó la puerta por la que entró la ciencia griega tantos siglos olvidada: ciudades como Damasco, Bagdad o Córdoba sirvieron como puente donde los sabios musulmanes estudiaban y traducían al árabe tanto obras persas y de la India como diversos trabajos clásicos, desde Aristóteles a Euclides. Sin ir más lejos no se puede minimizar la importante labor integradora que representó la Escuela de traductores de Toledo que vertería al latín progresivamente todo este legado alejandrí y posibilitaría tanto la Escolástica medieval como el futuro Renacimiento.
Definir qué es y qué no es el Islam resulta imperativo en unos tiempos en que se extiende una conciencia generalizada de la problemática y dialéctica entre Oriente y Occidente. Cualquier persona con una cultura media reconoce la valía y esplendor de aquella civilización islámica de antaño que tanto aportó a Occidente, ya sea con la arquitectura, la filosofía, la medicina, el arte ornamental, la astronomía o la matemática. De hecho constituyó la puerta por la que entró la ciencia griega tantos siglos olvidada: ciudades como Damasco, Bagdad o Córdoba sirvieron como puente donde los sabios musulmanes estudiaban y traducían al árabe tanto obras persas y de la India como diversos trabajos clásicos, desde Aristóteles a Euclides. Sin ir más lejos no se puede minimizar la importante labor integradora que representó la Escuela de traductores de Toledo que vertería al latín progresivamente todo este legado alejandrí y posibilitaría tanto la Escolástica medieval como el futuro Renacimiento.
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