En efecto, no tenemos demasiado interés “arqueológico”, “antropológico” o “sociológico” por las tradiciones espirituales sino directamente iniciático y simbólico; ese interés se lo dejamos a aquellos que apetecen del historicismo y en general más de la “guarnición” que del “pavo” en sí. En nuestro caso el interés se centra sobretodo en las tradiciones vivas, operativas y en presencia. De Occidente a Oriente tenemos accesibles, por este orden, la Franc-Masoneria, con un elenco muy ámplio de Obediencias, logias y ritos, de más a menos estrictamente iniciáticos. El tasawwuf islámico o Sufismo con un gran elenco también de turuk desde el Mahgreb hasta China pasando por Europa y América, algunas más cerradas y otras multitudinarias. Y por último y siguiendo con las accesibles, el Shivaismo advaita Cachemir con sede en Varanasi (Benarés). Desde luego, no podríamos situar a todas estas vías al mismo nivel espiritual ni operativo. Por ejemplo, pese a las muchas ventajas iniciáticas de la Masonería con respecto al hombre occidental, no puede ignorarse que es tributaria de una metafísica inexistente en ella mísma al tener la cosmogonía y la cosmología más que aquella como punto de referencia doctrinal y operativo. Eso sin tener en cuenta el estado de atrofia iniciática de gran número de lógias cómplices ahora de la modernidad. El Sufismo y el Shivaismo advaita Cachemir son metafísicas por definición, aunque diferenciándose en el hecho de ser la primera una vía no-dual-dual y la segunda puramente no-dual.
sábado, 29 de junio de 2013
EDITORIAL VERANO BOREAL DE 2013
La línea editorial de M.T. ha sido hasta ahora brindar una atención especial, sobre todo, al sentido iniciático de las doctrinas espirituales, sin descuidar algunos estudios más o menos académicos sobre lo mismo bien interesantes en otros aspectos. Una singularidad creemos importante es haber editado por primera vez en España y en castellano el Paramarthasara de Abhinavagupta (1) directamente traducido del sánscrito por Arcadio Rojo con expreso consentimiento del maestro Kammlesh Dutta Tripathy de Varanasi al frente de la línea Sri Vydia del Shivaismo advaita Cachemir, al cual dirigimos todo nuestro reconocimiento. En relación al tasawwuf islámico también han sido preciosas las colaboraciones del sheikh Abdelbaki Meftah de la orden Shadiliyya-Belkaidia de Argel, experto en Ibn ‘Arabi, al que igualmente dirigimos nuestro reconocimiento. Sobre el simbolismo masónico debemos agradecer también los trabajos de varios hermanos que resaltan de él muchos aspectos ignorados por la propia masonería moderna y “social”, a la espera de serle reconocida la dimensión iniciática que le corresponde por principio, aunque muy olvidada incluso por muchos masones contemporáneos.
En efecto, no tenemos demasiado interés “arqueológico”, “antropológico” o “sociológico” por las tradiciones espirituales sino directamente iniciático y simbólico; ese interés se lo dejamos a aquellos que apetecen del historicismo y en general más de la “guarnición” que del “pavo” en sí. En nuestro caso el interés se centra sobretodo en las tradiciones vivas, operativas y en presencia. De Occidente a Oriente tenemos accesibles, por este orden, la Franc-Masoneria, con un elenco muy ámplio de Obediencias, logias y ritos, de más a menos estrictamente iniciáticos. El tasawwuf islámico o Sufismo con un gran elenco también de turuk desde el Mahgreb hasta China pasando por Europa y América, algunas más cerradas y otras multitudinarias. Y por último y siguiendo con las accesibles, el Shivaismo advaita Cachemir con sede en Varanasi (Benarés). Desde luego, no podríamos situar a todas estas vías al mismo nivel espiritual ni operativo. Por ejemplo, pese a las muchas ventajas iniciáticas de la Masonería con respecto al hombre occidental, no puede ignorarse que es tributaria de una metafísica inexistente en ella mísma al tener la cosmogonía y la cosmología más que aquella como punto de referencia doctrinal y operativo. Eso sin tener en cuenta el estado de atrofia iniciática de gran número de lógias cómplices ahora de la modernidad. El Sufismo y el Shivaismo advaita Cachemir son metafísicas por definición, aunque diferenciándose en el hecho de ser la primera una vía no-dual-dual y la segunda puramente no-dual.
En efecto, no tenemos demasiado interés “arqueológico”, “antropológico” o “sociológico” por las tradiciones espirituales sino directamente iniciático y simbólico; ese interés se lo dejamos a aquellos que apetecen del historicismo y en general más de la “guarnición” que del “pavo” en sí. En nuestro caso el interés se centra sobretodo en las tradiciones vivas, operativas y en presencia. De Occidente a Oriente tenemos accesibles, por este orden, la Franc-Masoneria, con un elenco muy ámplio de Obediencias, logias y ritos, de más a menos estrictamente iniciáticos. El tasawwuf islámico o Sufismo con un gran elenco también de turuk desde el Mahgreb hasta China pasando por Europa y América, algunas más cerradas y otras multitudinarias. Y por último y siguiendo con las accesibles, el Shivaismo advaita Cachemir con sede en Varanasi (Benarés). Desde luego, no podríamos situar a todas estas vías al mismo nivel espiritual ni operativo. Por ejemplo, pese a las muchas ventajas iniciáticas de la Masonería con respecto al hombre occidental, no puede ignorarse que es tributaria de una metafísica inexistente en ella mísma al tener la cosmogonía y la cosmología más que aquella como punto de referencia doctrinal y operativo. Eso sin tener en cuenta el estado de atrofia iniciática de gran número de lógias cómplices ahora de la modernidad. El Sufismo y el Shivaismo advaita Cachemir son metafísicas por definición, aunque diferenciándose en el hecho de ser la primera una vía no-dual-dual y la segunda puramente no-dual.
No nos gusta especular sobre temas espirituales sin un sólido aval tradicional que nos ampare. Muchos otros lo hacen después de una mínima instrucción teórica adquirida en algunos libros, de Guénon por ejemplo, y de deambular insatisfechos por vías espirituales no hechas a su medida pero suficientes para colmar sus ambiciones personales que muchas veces confunden con su propia “realización espiritual”. Y es que ahora, quizá como antes, no son pocos los que prefieren ser “cabeza de ratón a cola de león”.
Agradecer por último la atención de los treinta o cuarenta visitantes diarios que más o menos va teniendo M.T. desde hace tiempo, invitándoles a hacer cualquier consulta o manifestar su opinión al respecto de cualquier tema de este tipo.
La Redacción
1.- Un antecedente más que notable de una labor extraordinaria en este campo además de fiel a su espíritu, es la de Gabriel Pradipaka –ver en enlace: sánscrito-shivaismo- que desde años edita desde Rosario, Chile, una página muy elaborada sobre Shivaísmo Cachemir Trika, entre otras doctrinas hindúes, traduciendo directamente del sánscrito muchos de sus textos sagrados más importantes. Nuestro reconocimiento al hermano Gabriel también por su amable atención a diferentes consultas.