Mundo Tradicional es una publicación dedicada al estudio de la espiritualidad de Oriente y de Occidente, especialmente de algunas de sus formas tradicionales, destacando la importancia de su mensaje y su plena actualidad a la hora de orientarse cabalmente dentro del confuso ámbito de las corrientes y modas del pensamiento moderno, tan extrañas al verdadero espíritu humano.

jueves, 30 de agosto de 2018

UNIVERSO, MENTE Y CONCIENCIA (desde las enseñanzas no duales), por Sergio Trallero Moreno

Pese a lo que puede sugerir el título, esta conferencia no va a tratar de ciencia, neurociencias, cosmologías o teorías físicas de vanguardia; ni tampoco de ningún enfoque Nueva Era, sino que va a estar centrada en fuentes tradicionales, maestros de linaje y textos sagrados.
Tengo que advertir que todo esto es un discurso mental evidentemente, pero para referirme a realidades inefables que no se pueden definir con palabras. Por lo tanto recomiendo tomarlo como un "juego del lenguaje" que pueda inspirar a cada uno lo que hay más allá de dichas palabras. De hecho sería más apropiado hacer silencio o estar meditando. Pero el lenguaje también es una facultad divina presente en el hombre y si se sabe usar bien es bastante evocador. 
Quería enfatizar que la espiritualidad genuina se basa ante todo en un cambio en la percepción de la Conciencia desde la que vemos la realidad y a nosotros mismos. Y para ello es fundamental soltar todas las programaciones mentales que arrastramos, tanto personales, familiares, sociales y culturales. Tenemos toda una serie de condicionantes, muy inconscientes, que nos determinan. De lo que se trata es de soltar todo ello para conectarnos con una visión de la realidad totalmente espontánea, sin esfuerzo y abierta: una comprensión directa de lo real.   
Somos hombres occidentales, y el drama de Occidente es que los últimos quinientos años de la Modernidad ha habido una confusión muy grande de todos estos asuntos. Pero en Occidente también ha habido referencias importantes en cuanto a esta aprehensión directa de la Realidad: en la Grecia presocrática hubo muchas intuiciones de los primeros filósofos que intentaron pensar la unidad de la Naturaleza. En el Hermetismo greco-egipcio también había otra forma de espiritualidad, más esotérica y "hermética". Dentro del Judaísmo la Cábala hebrea desarrolló toda esta visión no dual. Los grandes místicos cristianos también nos han hablado de lo mismo. Y dentro del Islam el Sufismo representa la espiritualidad no dual.

domingo, 12 de agosto de 2018

EXPLICACIÓN DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (y parte III), por M. Eckhart

VI

VERBUM CARO FACTUM EST ET HABITAVIT IN NOBIS

Hay que señalar de entrada que “caro” es puesto aquí en lugar de “homo”, según este fraamento de Mateo XXIV, “Ninguna carne será salvada” y Rom. III, “Ninguna carne será justificada por las obras de la ley “. El evangelista ha preferido decir verbum caro factum est en vez de “homo factum est” para realzar la benignidad de Dios, el cual no ha asumido sólo el alma del hombre sino también su carne, golpeando así la soberbia de aquellos que, interrogados sobre su parentela, responden refiriéndose a alguien poseedor de determinada dignidad pero callan su origen: son, dicen, sobrinos de tal obispo, preboste, deán o lo que sea, como el mulo que preguntado sobre quién era su padre,  y avergonzado de ser hijo de un asno, contestó diciendo que era sobrino de un alazán de batalla.
Por otra parte, como hemos dicho anteriormente, el primer fruto de la encarnación del Verbo, que es hijo de Dios por naturaleza, es que nosotros seamos hijos de Dios por adopción. Poco me importaría en efecto que el Verbo se haya hecho carne en Cristo, suponiéndole distinto a mí, si Él no se hubiera también (hecho carne) en mí personalmente, para que yo sea también hijo de Dios. “Quien dice hijo dice heredero” (Epístola a los Galateos, IV, 7). Quizás es esto lo que pedimos po consejo del Señor: “Que Tu voluntad se haga en la tierra como en el cielo” (Mateo, VI), es decir, que la voluntad del Padre, como se ha hecho en Cristo, “in coelo”, para que Él fuera hijo – la voluntad del padre en tanto que padre siendo por naturaleza engendrar y tener un hijo – (se haga) “in terra”, es decir en nosotros, que habitamos la tierra, para que seamos hijos de Dios. Rom. VIII: “ Si (vosotros sois) hijos (vosotros sois) herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo”, y más adelante “Que ha predestinado a devenir conformes a la imagen de Su hijo, a fin de que Él sea el primer nacido de numerosos hermanos” (Epístola a los Romanos, VIII, 29). Es esto lo que aquí se dice: verbum caro factum est, en  Cristo primer nacido, et habitavit in nobis, cuando somos engendrados hijos de Dios por adopción. También se dice más adelante, en el capítulo XVI “Os volveré a ver, y vuestro corazón se regocijará, y nadie os privará de vuestra alegría” (San Juan, XVI, 29). Dios, hecho hombre para nosotros en Cristo, nos ha visto; nos volverá a ver adoptándonos como hijos, y habitando en nosotros como un padre en sus hijos.