Mundo Tradicional es una publicación dedicada al estudio de la espiritualidad de Oriente y de Occidente, especialmente de algunas de sus formas tradicionales, destacando la importancia de su mensaje y su plena actualidad a la hora de orientarse cabalmente dentro del confuso ámbito de las corrientes y modas del pensamiento moderno, tan extrañas al verdadero espíritu humano.

sábado, 24 de marzo de 2018

¿RELIGIÓN O IDOLATRÍA? por Manuel Plana

“No temo porque volváis al sirk (asociacionismo, idolatría) de las imágenes, sino por el sirk sutil (sirk-al-jafi)”
Hadith del profeta Muhammad

En su sentido más corriente y superficial, la idolatría es adorar imágenes o representaciones figurativas y naturalistas de todo lo metafísico, pero, como indica el hadith del Profeta Muhammad (slaws), existe una forma de idolatría sutil más peligrosa incluso que esa por lo que tiene de encubierta y disfrazada.
La idolatría o panteísmo, como forma religiosa, raramente ha existido en los pueblos sin la noción simultánea, ya fuera vaga, de un dios supremo, “padre”, “abuelo” o ancestro de los dioses, de un “Altísimo”, de un “Uno” o de un “deus otiosus” que se retira tras crear el mundo dejando el gobierno a sus ministros. Sobretodo, ha sido la visión de los orientalistas occidentales  y de la propia iglesia los que han visto idolatrías por doquier al interpretar estas tradiciones desde su propia óptica, tan diferentes a un pensamiento como el moderno exento por completo de referencias de este tipo. No obstante, el cristianismo católico mismo está poblado de muchas devociones particulares a santos que en algunos casos bien podrían calificarse de idólatras. Las sociedades declaradamente “idólatras” han supuesto siempre una decadencia de la tradición primitiva (como Grecia y Roma en sus últimos estadios o las tribus árabes pre-islámicas, p.e.). El ídolo hace aquí de intermediario entre la realidad divina y el hombre, es decir de símbolo, pero precisamente, confundir el símbolo con lo simbolizado es idolatría. Pero ésta confusión tiene aspectos y matices bastante sutiles, tanto que muchos idólatras de pensamiento y de obra son absolutamente inconscientes de serlo, antes bien, convencidos de estar en posesión exclusiva de la verdad.

viernes, 9 de marzo de 2018

DEL RETORNO A LA PATRIA ORIGINAL (MATRIZ PRIMORDIAL DE LA CREACIÓN) CON LA LLAVE QUE CIERRA Y QUE ABRE (parte II), por Ana Emilia Agüero de Chazal

William Adolphe Bouguereau, Madre Patria (1883) 

La separación de Dios y la Matrona

Dijimos que la Shekinah está ligada al centro sagrado. También dijimos que el pecado es lo que crea distancia con el principio, y en palabras del Zohar lo que separa a la Matrona de Dios.
Durante el Éxodo la Presencia Divina habitaba sobre el Arca de la Alianza, dentro del Tabernáculo realizado por Moisés bajo las instrucciones de Dios. Luego pasó a habitar en el Tabernáculo del Templo construido por Salomón, “desde donde se establece un vínculo directo con la morada del Rey en la Jerusalén Celestial”. Manifiesta el Zohar que, con Moisés la Divina Presencia o Matrona toma contacto con el Mundo de Abajo por primera vez; pero Salomón fue el primero en unir a la Matrona con su Esposo de Arriba, permaneciendo ella aquí abajo. Con Salomón la Shekinah al habitar el Templo que simboliza el corazón del centro sagrado del mundo, se encuentra ocupando el lugar del polo espiritual, asegurando así la comunión entre la Tierra y el Cielo, aquello que significa en algún nivel la Unión de la Matrona y el Rey.
Pero desde que el Templo fue destruido y profanado por los pecados de los hombres, Dios se retira a lo más alejado del cielo y quita sus ojos del templo, y del pueblo de Israel. El pueblo es exiliado y acompañado en este exilio por la Shekinah, la cual debe abandonar desde entonces el lugar del polo, el centro sagrado se ha perdido y con esto el contacto directo con el Cielo. La Shekinah se retira al exilio para proteger al pueblo de Israel, y sufre por él como una madre sufre por sus hijos.
El exilio de la Shekinah al abandonar el lugar del polo espiritual, el corazón del centro sagrado del mundo, puede ser considerado de alguna manera como un alejamiento de la Presencia Divina del mundo, nos advierte el Zohar. Dicho alejamiento produce la pérdida del centro sagrado, el cual deviene inaccesible. Desde entonces al no haber comunicación directa entre el Mundo de Abajo y el Mundo de Arriba de donde proviene la Misericordia Divina, este mundo cae bajo el dominio del Rigor y la Shekinah sufre porque el pueblo de Israel está en exilio en la tierra del rigor.
“Pero ahora que el Templo está destruido y que la Shekinah está con Israel en el exilio, no hay ni un solo día sin maldición; el mundo está maldito y no hay alegría ni Arriba ni Abajo.”