Mundo Tradicional es una publicación dedicada al estudio de la espiritualidad de Oriente y de Occidente, especialmente de algunas de sus formas tradicionales, destacando la importancia de su mensaje y su plena actualidad a la hora de orientarse cabalmente dentro del confuso ámbito de las corrientes y modas del pensamiento moderno, tan extrañas al verdadero espíritu humano.

sábado, 28 de julio de 2018

EXPLICACIÓN DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (parte II), por M. Eckhart

III

LUX IN TENEBRIS LUCET ET TENEBRAE EAM NON
COMPREHENDERUNT

Estas palabras se han explicado anteriormente de tres maneras. Hay que señalar que la luz ilumina perfectamente el medio, pero no emite raíces en él. Asimismo el medio recibe la luz del cuerpo luminoso inmediatamente, no el oriente antes que el occidente, o el occidente antes que el oriente, sino ambos simultáneamente, y ambos inmediatamente del cuerpo luminoso, porque éste no emite raíces ni al oriente ni a ninguna parte del medio. Por tanto la luz no se adhiere al medio y no tiene heredero, ni el cuerpo luminoso hace al medio heredero de su acción, que es iluminar: comunica con el medio como recíprocamente y, pasando, en modo de pasión; de paso y de devenir, de manera que el medio es, y es dicho, iluminado, pero no le comunica su luz en modo de cualidad merecedora enraizada y adherente, de forma que la luz permanezca, adhiera e ilumine activamente en ausencia del cuerpo luminoso.
Es totalmente distinto con el calor que es engendrado en el medio con la luz. El calor, en efecto, emite en efecto una raíz en el medio. Además, adhiere y permanece en ausencia del cuerpo luminoso. En tercer lugar, se produce en occidente después de oriente, sucesivamente en el tiempo, no súbitamente y en un instante. En cuarto lugar, el medio se calienta no sólo parte tras parte, sino por parte y en parte. Asimismo, en quinto lugar, no es cualquier parte la que se caliente inmediatamente por el cuerpo luminoso. Se deduce que, en sexto lugar, el medio recibe el calor no sólo en modo de devenir y de paso y de pasión y de reciprocidad y de hospitalidad, de manera que es y es dicho calentado, sino en modo de adhesión y de herencia filial, de forma que es y es dicho calentador, heredero de la acción calentadora, que es calentar activamente.

viernes, 13 de julio de 2018

EXPLICACIÓN DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (parte I), por M. Eckhart

Publicamos a continuación la traducción de un texto inédito en castellano del gran Meister Eckhart. Se trata de un extenso comentario al Evangelio de San Juan. El más conocido e influyente de los místicos renanos, de influencias neoplatónicas y no exento de condenas por herejía y visto como heterodoxo por los estamentos religiosos, representa una de las figuras cumbre de la metafísica no dual en el seno no sólo del cristianismo sino de todo occidente. Su distinción entre la Divinidad absoluta y su expresión en la Trinidad recuerda mucho a similares conceptos del vedanta advaita, el desapego y abandono total ante esta divinidad a reminiscencias sufíes y su trasfondo de nihilismo metafísico a ciertos aspectos budistas, todo ello salvando las distancias entre tradiciones que, desde sus propios discursos apuntan a una misma vivencia no dual de la realidad. 


Introducción

Como sabemos, están en curso en Leipzig la edición de las obras latinas y alemanas de Maître Eckhart. Entre las obras latinas, las más importantes son los Comentarios de las Escrituras, que Eckhart compuso para los estudiantes de las Universidades de París, Strasbourg y Colonia, en las que enseñó sucesivamente de 1311 a 1326. Al parecer comentó todos los libros de las Escrituras, pero sólo nos han llegado, conservados en estado fragmentario en tres manuscritos, los Comentarios sobre el Génesis, sobre el Éxodo, sobre la Sabiduría, sobre el Eclesiastés y sobre el Evangelio de san Juan. Este último comentario, ciertamente el más extenso, se encuentra en un manuscrito de la Biblioteca del Hospital Saint-Nicolas de Gernkastel-Cues, que data de 1444 y proveniente de la Biblioteca de Nicolás de Cusa. Hemos considerado que los lectores de Êtudes Traditionnelles estarían interesados en poder leer en francés un texto tan característico.
El traductor se ha esforzado en mantener lo más fielmente posible la expresión escolástica de una dialéctica a veces ardua; si una determinada frase parece poco clara, al menos en una primera lectura, es porque el original en latín no lo es más. A fin de conservar los matices y la concisión del lenguaje, hemos creído poder recurrir a ciertos neologismos, tales como “intelectuar” (para designar el acto propio del intelecto), “exhilarar”, es decir provocar la hilaridad (del que el francés solo ha conservado el participio “exhilarante”), “principiar” y “principiado” (para indicar el acto del principio en tanto que tal,   y su “fruto, o hijo”, como dice Eckhart). En fin, nos hemos abstenido de traducir a lengua vulgar las citas del Evangelio según San Juan.
(C.D.)