Mundo Tradicional es una publicación dedicada al estudio de la espiritualidad de Oriente y de Occidente, especialmente de algunas de sus formas tradicionales, destacando la importancia de su mensaje y su plena actualidad a la hora de orientarse cabalmente dentro del confuso ámbito de las corrientes y modas del pensamiento moderno, tan extrañas al verdadero espíritu humano.

lunes, 28 de mayo de 2018

sábado, 12 de mayo de 2018

EL UNIVERSO COMO CREACIÓN, MANIFESTACIÓN O ILUSIÓN, por Manuel Plana

Introducción

Como bien dice A. Einstein: “Los conceptos físicos son creaciones libres del intelecto determinadas por el mundo exterior”. En efecto, todo lo que la ciencia moderna dice saber sobre la “creación” son concepciones y suposiciones construidas en base a la información que suministran los sentidos, pero ignora todo del universo que se extiende fuera y más allá del alcance de los mismos, ya sea usando sofisticadas prótesis tecnológicas; solo concibe una creación exclusivamente material. 
Como sabe que la percepción sensorial del mundo objetivo -supuestamente material- es relativa, limitada y cambia en cada especie e incluso con el tiempo en el individuo, todo se intenta explicar mediante abstracciones matemáticas, deducidas también, precisamente, de la información sensorial pero con un aval que se le antoja axiomático por racional, pues parece adaptarse al comportamiento del mundo físico, es decir, sensorial. 
Sin embargo, el lenguaje matemático no es un corsé en el que quede atrapada la realidad, ni siquiera el mundo físico; además, la eficacia de su carácter deductivo (causa y efecto horizontales) depende no tanto de él mismo, sino de una comprensión justa de su naturaleza y función. Y aquí se parte de una concepción meramente cuantitativa suya, preestablecida por el alcance real de esa inteligencia misma. Si ésta contempla el mundo como un simple campo sensible (material) de medidas, pesos y magnitudes, sus deducciones no irán más allá del límite de las apariencias, fenómenos y efectos. Las verdaderas causas permanecerán ignotas. No podrá percibir otro campo superior y mucho más sutil de cualidades, energías y esencias insospechadas para él, ni otras dimensiones de la realidad que los números también simbolizan, como lo prueba su origen también sagrado y metafísico.