Mundo Tradicional es una publicación dedicada al estudio de la espiritualidad de Oriente y de Occidente, especialmente de algunas de sus formas tradicionales, destacando la importancia de su mensaje y su plena actualidad a la hora de orientarse cabalmente dentro del confuso ámbito de las corrientes y modas del pensamiento moderno, tan extrañas al verdadero espíritu humano.

miércoles, 31 de agosto de 2016

ALGUNAS NOTAS SOBRE LA NO-DUALIDAD DE LA CONSCIENCIA (Según el Shivaismo advaita de Cachemira)*, por Manuel Plana

  • El mundo Occidental y menos el moderno, no ha conocido nunca la lógica y/o el pensamiento no-dual. Las bases de su civilización son duales (Fundación griega, romana, cristiana y moderna ). Con ésta última (poco más de cuatro siglos) deja de ser dualidad-armónica para definirse como puro dualismo.
  • Por ello para comprender la lógica no-dual tendríamos primero que tomar consciencia clara de nuestro propio pensar dual y todo lo que implica, pues además de ser inconscientes de ello creemos que es la única y la mejor manera de procesar mentalmente la realidad.
  • La lógica no-dual es integrativa y sintetizadora, la dual es fragmentadora y analítica, lo cual no significa que la primera no utilice el análisis, solo que para llegar a conclusiones diferentes.
  • La primera se fundamenta en la Unidad de lo Real y en la unicidad de la existencia: apunta a la trascendencia y subraya su unidad indivisible con la inmanencia. La segunda se fundamenta en la realidad empírica, la accesible a los sentidos. Si es religiosa no niega la trascendencia, pero subraya la diferencia y la separación con la inmanencia. La atea niega toda realidad trascendente para afirmar sólo la material-inmanente.
  • La lógica no-dual tradicional respeta e incluye la visión dual ya que tiene un grado de legitimidad, no obstante la confirma como resultante de la ignorancia (Mâyâ), ya que es ella la que crea la ilusión separativa (de todas las cosas existentes) en el seno de la Realidad unitaria e “indivisible” del Ser y la existencia. Establece una división ilusoria entre el sujeto experimentador de esa existencia y el objeto experimentado (conocimiento, voluntad, acción).
  • La aparente separación (espacial) entre los objetos y cosas del mundo sensible, tal como los percibimos con los sentidos (a pesar de que el propio sujeto perceptor es también objeto a la vez), la trasponemos y proyectamos ignorantemente a toda la Realidad, la cual es necesaria y forzosamente unitaria e indivisible, pues nada está separado de nada, como las burbujas de la espuma del mar y el agua misma. 
  • Démonos cuenta que sentir, conocer, amar, hacer… son verbos (acciones) que constantemente unifican al sujeto de la acción con el objeto de la acción. Incluso el odio une al que odia con lo odiado.
  • La división separativa del pensamiento dual crea un “abismo” ficticio entre ambos, ya sea la simple percepción sensible inmediata (el veedor y lo visto), la filosófica (pensamiento-pensador), religiosa (dios, mundo, hombre), epistemológica (conocedor-conocido). La visión separativa es puramente aleatoria, provisional, de una simpleza considerable tanto como ignorante aunque tenga un grado de realidad, precisamente el que le otorga el nivel mismo de los sentidos, los cuales ya sabemos que no son infalibles y que cambian en cada especie de criaturas….
  • Nuestro “dualismo” mental es “cultural”… no “real”; es un hábito del pensamiento que nace y se desarrolla por el olvido de la Unidad y unicidad necesarias de la Realidad.
  • El falso teorema aristotélico aplicado a la epistemología occidental, de que una cosa no puede ser a la vez ella misma y otras más, tanto como su contrario, ha creado esta dicotomía. 
  • Tenemos dos ojos pero la imagen que se nos forma en la mente es una, única. Los individuos son macho o hembra pero si no se aparean no pueden reproducirse. Los opuestos lo son solo aparentemente, al nivel más grosero de la percepción (blanco-negro, día-noche, frío-calor…), a otro son necesariamente complementarios, y a otro ya no son dos sino una sola cosa. 
  • El día completo es mitad luminoso mitad oscuro. El curso ascendente del año no está separado del descendente sino que se alternan, de igual modo que todos los sistemas circulatorios… En el cuerpo coexisten armónicamente las funciones más sutiles del alma con la comida, las heces y el orín.
  • El simbolismo geométrico nos permite comprender este tema: la unidad es el punto, la dualidad es la línea. La línea, (vertical u horizontal,) tiene dos polos, dos extremos (superior e inferior, derecho e izquierdo), pero no están separados, son extremos de la misma línea. ¿Podemos decir que se oponen, que existe división y separación entre ellos?
  • Todas las polaridades son, pues, unidades “extendidas”. Por lo tanto, deberíamos considerar –al revés que Aristóteles- que nada existe sin su aparente, no contrario, sino complementario: Infinito-finito, ilimitado-limitado, inmortal-mortal, eternidad-temporalidad, contracción-expansión, aspir-expir, sístole-diástole, día-noche, calor-fro, seco-húmedo…etc… lo cual nos “libera” y nos permite ser felices.
  • El problema fundamental –desde milenios- es que el ser individual solo se concibe como “corporalizado”, como un objeto pensante cerrado sobre sí mismo y separado de todo el resto… y esa percepción, ignorantemente asumida y conceptualizada, la traspone, decíamos, a toda la realidad universal. 
  • El ser humano confunde su verdadero Sí mismo con su no-sí mismo.
  • La religión, igualmente, predica un Dios individualizado (exclusivamente personal), diferente y separado del mundo y del hombre. La ciencia igualmente predica una naturaleza y un cosmos separados del individuo que lo percibe…etc…
  • Pero la concepción tradicional, incluso dual armónica, observa al hombre no como una parte del universo o la naturaleza…sino como un “Microcosmos”, una réplica en pequeño del universo según la ley del En To Pan: Todo está en Todo. Todo es Uno y Uno es Todo… concepciones impensables para el pensamiento moderno.
  • Que el individuo sea una totalidad en sí mismo…que en sí mismo pueda encontrar, en modo potencial-seminal (contraído), todo absolutamente lo que existe expandido en el universo, e incluso más allá de él, es un pensamiento que desborda el pensar dual… lo rompe, lo destruye, lo aniquila …
  • Desde esa perspectiva, todas nuestras miserias, preocupaciones, sufrimientos e ilusiones se esfuman, desaparecen como si nunca hubieran existido… Eran una pura ilusión creada por nuestra propia ignorancia, una tela de araña urdida por nuestra propia mente, una trampa creada por nosotros mismos. En efecto, estamos diciendo que Uds. son “infinitos”… que nunca han nacido ni nunca morirán. Lo que nace y muere (o mejor que se condensa y disipa, se coagula y se disuelve), es solo el instrumental psico-somático de facultades y órganos de conocimiento y acción, el “taller” de la Conciencia… pero no Ella misma en sí misma.
  • Supongamos que el mundo dual tiene un grado de realidad legítima… pero el mundo dual es un mundo “relacional”, todo absolutamente está hecho de relaciones, y ¿qué es relacionar? … sino encontrar, descubrir la unidad de lo distinto, de lo diferente y aparentemente separado… es unificar, integrar… por necesidad, ya que nadie podría vivir en un mundo no-relacionado entre sí, en un mundo en oposición constante entre sus partes, entre sus elementos, entre sus estados…
  • Por simple lógica, la multiplicidad de lo Real no podría existir sin estar constantemente unificada, integrada..  seria simplemente un caos inconsciente y oscuro, una imposibilidad… esa es la idea de Cosmos.
  • Del mismo modo, la unidad de lo Real y la unicidad del Ser no es en absoluto la suma de sus partes, sino la consciencia-energía integradora y no-dual, la “integral” autoconsciente, el Espíritu que ordena y posibilita el orden coexistente de las diferentes categorías de lo real.
  • La idea de trascendencia es precisamente la idea de conjugar y sobrepasar el límite aparente de los opuestos, ya que la dualidad es “límite”, y el hombre por naturaleza tiende a sobrepasar el límite y a conjugar sus antinomias, ya sea buscando el conocimiento verdadero o la felicidad verdadera.
  • Pero esta lógica de la unidad necesaria y no-dual, no nos la enseñan en las escuelas, ni en el colegio ni la universidad. Antes bien se propicia el dualismo, la competencia, la diferencia, la lucha, la conquista, la apropiación de riqueza, la destrucción del contrario… incluso en los deportes…que ya no son un juego para divertirse, para gozar, sino para ganar siempre…un esfuerzo brutal para ganar.
  • El individualismo acérrimo y el egocentrismo blindado es el resultado: encerrar más aún sobre sí mismo al ser…eso es la sociedad moderna..
  • De ahí surge: el individualismo, es decir, la idea de que no existe otra realidad que la individual-formal, histórica, temporal, espacial… El racionalismo… nada existe superior a la razón mental del individuo y del conocimiento analítico… ninguna forma de inteligencia superior… negación de la intuición supra-racional). El exclusivismo religioso (el ego confesional, solo mi religión es la auténtica). El nacionalismo (el ego de tribu, país o nación, somos únicos, lo cual es antítesis del ideal tradicional de “cosmopolitismo” o “Ciudadano del Mundo”). Racismo…mi raza es la mejor y superior.  Clasismo… mi clase social es la mejor. Político… mi partido y mi filosofía política es la mejor… etc…
  • En cuanto al “saber” del conocimiento moderno… todo son “especialidades estancas”, sin relación orgánica unas con otras; no configuran ninguna unidad cultural sino es la visión material y evolucionista de las cosas. Son lenguajes diferentes, compartimentados, que en muchos aspectos se contradicen, sobre todo desde que las humanidades se han separado de las ciencias tecnológicas. Aunque enfoquen la misma realidad del hombre y el universo…no coinciden, ya que la propia noción de “especialidad” fomenta esa división. Igualmente, arte y ciencia se han separado totalmente desde hace siglos… siendo impensable una ciencia artística o un arte científico.
  • La educación en las escuelas, institutos y universidades no se basa en una unidad de principios trascendentes, ya sean incluso morales, que orienten al individuo a su desarrollo humano y espiritual, un desarrollo integral de sus posibilidades superiores más nobles, acordes con la naturaleza intrínseca de cada individuo y de su vocación particular natural, sino un mero trasvase de información esquemática, una mera instrucción simplificada y, además, la misma para todo el mundo… sin considerar las diferentes vocaciones y aptitudes, una  “mentalización” uniformizadora para integrarlo exclusivamente a una sociedad industrial y tecnocrática…competitiva y consumista…
  • Ingenuamente, con esas premisas queremos promover un futuro dichoso… pero sin explicarnos el por qué de todo este estado de crisis presente y constante a todo nivel que nos aturde y dispersa… Con esos “materiales” queremos construir una sociedad mejor, estable, humana, amable y con “futuro”…. Una utopía que ejemplifica la zanahoria que inútilmente pretende atrapar el burro.
  • Todas las facultades dependen de la conciencia y no al revés… no es una facultad de la mente, y nada tiene que ver con ella.. La conciencia es absolutamente libre e independiente.
  • La Realidad está en la consciencia y no ella en la realidad…ella certifica lo que es real o no. Ella “crea” la realidad.
  • Nada podría existir o ser fuera e independiente de la consciencia… ¿qué realidad tendría por sí misma cualquier cosa separada o independiente de la conciencia?
  • El mundo aparentemente exterior, no es realmente más que manifestación en el interior de la conciencia. Todo lo que aparece como exterior a la conciencia es una ilusión producida por Mâyâ, que no es sino el poder “objetivador” de la conciencia misma.
  • La conciencia verdadera es auto-conciencia, ya que no hay nada fuera de ella que la ilumine, ella es su propia luz. Prakasha (auto-luminosidad) y Vimarsha (auto-reflexión luminosa).
  • La propia inconciencia es un lapso de ella misma que necesita de la conciencia para constatarse como tal.
  • La conciencia goza consigo misma proyectando en ella –como en un espejo- el juego múltiple de la creación.
  • Ella crea y produce para su placer todo el aparato psico-somático (instrumental) de los individuos, que no son sino formas coaguladas de sí misma y de sus potencias.
  • Ella es sujeto y objeto de sí misma…ella solo se revela y se manifiesta a ella misma, en la forma de todos los objetos existentes y también como sujeto único de la experiencia.
  • Nosotros no somos realmente “nosotros”… sino la conciencia misma coagulada en la forma de “mónadas” ilusoriamente separadas de ella… y la vida es su permanente juego consigo-misma… juega al escondite con ella misma ya que posee todos los poderes para hacerlo… (Iccha, Jñâna, Krîya, Cid, Ânanda).
  • Ella Crea (Srsti), Conserva (Sthiti), Transforma-Reabsorbe (Samhara), Vela (Nigraha) y Revela (Anugraha) su propia manifestación.
  • Tal como la materia, la conciencia no se crea ni se destruye, solo se transforma sin alterar para nada su naturaleza esencial, su plenitud inmutable. Ella es infinita y eterna, omnipotente, omnisciente y omnipresente…
  • Ella no va ni viene de ningún lugar, todos los lugares, estados  y mundos están en ella.
  • Toda manifestación es consciencia auto-revelándose a ella misma… y velándose a Ella misma para su placer…El concepto de Juego (Lîlâ, Kridhâ..) en las tradiciones no-duales es inexistente en las religiones (judaísmo, cristianismo, islam)… aunque no en la Tradición Hermética, que habla de “El Gran Teatro del Mundo”… y de la existencia como Teatro de la Memoria (Mnemosine, la madre de todas las Musas).
  • La verdadera acción (Karma) es de la conciencia… no del aparato psico-somático… (Aham-kara: Yo hago, el ego “arrogativo”… que se arroga o apropia la acción y el mérito… o de la culpa, de ahí la “arrogancia”, el orgullo y la soberbia del individualismo nacidos de la ignorancia)… Es una ignorancia creer que nosotros, en tanto individuos, “somos” o “hacemos”. 
  • El pincel pinta el cuadro… eso nadie lo duda, pero es la mano del artista quién lo maneja. Lo mismo diríamos de la mano y el artista mismo con respecto a la Conciencia.
  • La Conciencia es lo que las religiones llaman Dios. El propio concepto de Dios (personal) es un producto de la conciencia.
  • Yo soy:  YO: SHIVA – Prakasha ….. SOY: SHAKTY- Vimarsha.

* Resumen de la charla "Pensamiento No-Dual", en PLURAL-21. Barcelona, 29 Julio 2016.