Páginas
▼
sábado, 23 de diciembre de 2017
viernes, 8 de diciembre de 2017
LAS DUALIDADES CÓSMICAS, por René Guénon
En varias ocasiones se ha comentado que para comprender acertadamente las doctrinas no-duales, como el shivaismo advaita de cachemir o el advaita vedanta, primero debe tomarse clara consciencia del propio pensamiento dual, en qué consiste; su carácter ilusorio; qué alcance tiene; hasta que punto es legítimo y cuantos tipos de dualismo pueden haber. Sobre este tema presentamos un trabajo muy aclaratorio de R. Guénon que ahora puede encontrarse traducido en internet en algunas recopilaciones bastante recientes que para el caso es bien oportuno y muy aclaratorio.
La redacción
Sucede en ocasiones, más a menudo de lo que se cree comúnmente, que las teorías científicas más recientes, por las consecuencias que ellas implican, van a dar con ciertas concepciones antiguas generalmente olvidadas o desdeñadas durante la época que precedió inmediatamente la nuestra, y que además son obstinadamente ignoradas muy a menudo de manera preconcebida. Esos acercamientos pueden parecer extraños a ciertas mentalidades, y no obstante son un hecho, y un hecho extremadamente importante desde el punto de vista de la historia de las ideas; si uno lo tuviese en cuenta tanto como debiera, podría ser inducido a modificar muchas conclusiones. Para nosotros, no hay ideas verdaderamente nuevas (hablamos de ideas, entiéndase bien, y no de sus aplicaciones prácticas), pero lo que crea la ilusión de la novedad y la originalidad es que las mismas ideas han podido ser presentadas, según las épocas, bajo formas extremadamente diversas para adaptarse a mentalidades igualmente diferentes; se podría decir que no es lo que se piensa lo que varía, sino solamente la manera de pensarlo. Es así como, por ejemplo, la moderna "filosofía de las ciencias" acaba por coincidir con la antigua "cosmología" en algunos aspectos, aunque aquélla tenga un punto de partida totalmente distinto y proceda por una vía en cierto sentido inversa. Por supuesto, no se debería creer que, partiendo de las ciencias y sobre todo de las ciencias experimentales, sea posible alcanzar el dominio de la metafísica pura: la distancia es demasiado grande y la separación es demasiado profunda; pero al menos, se puede penetrar hasta un cierto punto en el dominio intermedio entre el de la metafísica y el de la ciencia en el sentido en que la entienden los modernos, dominio que era en la antigüedad y en la Edad Media, como lo es aún para los orientales, el de lo que llamaremos las "ciencias tradicionales". Estas ciencias eran tradicionales sobre todo porque ellas tenían, directa o indirectamente, un fundamento de orden metafísico, porque no eran, en suma, más que una aplicación de los principios metafísicos a tal o cual punto de vista más o menos especial, y este caso era en particular el de las especulaciones cosmológicas; no hay nada parecido a ello en las conclusiones filosóficas derivadas de las ciencias actuales, pero la coincidencia, cuando se produce, es más que remarcable. El punto de vista de los antiguos era esencialmente sintético; el de los modernos, por el contrario, se manifiesta como analítico, y si es susceptible de dar parcialmente los mismos resultados, no es sino por una vía mucho más larga y como desviada.
viernes, 24 de noviembre de 2017
sábado, 11 de noviembre de 2017
LA ESTRECHA CORRESPONDENCIA ENTRE LOS CONCEPTOS ISLÁMICO Y CRISTIANO DE LA SANTIDAD, por Abdelbâqî Meftah
Los conceptos de la santidad (wilâya)(1) en el cristianismo y el Islam están íntimamente ligados y pueden ser enfocados bajo dos aspectos: metafísico e histórico.
El punto de vista metafísico, que es universal, dirige todos los demás grados de conocimiento en el conjunto de las tradiciones. El shaykh Muhyîdîn Ibn Arabi (560-638H / 1165-1240) trata de ello en numerosos pasajes de la suma enciclopédica al-futuhât al-makkiyya (2), al igual que ‘Abd al-Karîm al-Jîlî (767-832 H / 1366-1429) en su obra al-insân al-kâmil (3).
Por otra parte, Frithjof Schuon (1907-1998) hizo una exposición general de esta idea en dos libros: De la unidad trascendente de las religiones y Comprender el Islam.
Desde el punto de vista histórico, la documentación es limitada y las fuentes escasas, pues muy a menudo el tema es ocultado y voluntariamente escondido, a pesar de su profundidad y sus importantes aplicaciones, ocultación dirigida a su misma naturaleza. Que nosotros sepamos, aparte de algunos breves escritos carentes de precisión y claridad, la cuestión no ha sido abordada más que por Ibn Arabî, y el célebre sufí René Guénon (shaykh ‘Abd al-Wahîd Yahya: 1886-1951) que abrió Occidente al Islam y al sufismo.
Este último, inicialmente cristiano, salido de una familia católica, más tarde musulmán egipcio instalado en Egipto hasta su muerte, pudo por ello experimentar plenamente el estrecho parentesco entre las formas cristiana e islámica de la santidad. Pese a ello, negaba haber abandonado la religión cristiana u otra para entrar en Islam, o haberse adherido a una nueva religión distinta de la que había seguido anteriormente.
Esta posición es perfectamente acorde con las afirmaciones de Ibn Arabî sobre la apostasía (al-ridda) y la entrada en Islam del judío o del cristiano. En efecto, dice: “El profeta Muhammad vino solamente a llamar la gente al islam. Los teólogos literalistas (‘ulamâ’ al-rusûm) afirman que esta conversión es imperativa, mientras que para nosotros esto no es así. Los cristianos, como al conjunto de las gentes del Libro, cuando entran en Islam, no cambian de religión (dîn), pues ésta comporta la fe en Muhammad y la adopción de su Ley cuando es enviado. Además, siendo su mensaje universal, nadie cambia de religión cuando entra en islam. Comprende pues esto". (4)
miércoles, 25 de octubre de 2017
EDITORIAL SÉPTIMO ANIVERSARIO
Bajo el nombre "Mundo Tradicional. Espiritualidad de Oriente y Occidente" nació hace siete años el proyecto de crear una revista-blog con la finalidad de difundir en el espacio virtual aspectos y formas de espiritualidad genuinas, fieles en su transmisión a sus orígenes revelados y lo más depuradas posibles de elementos espurios.
Con gran satisfacción cumplimos este septenio de vigencia, con un total de 162 publicaciones de nivel a día de hoy, ya sean trabajos originales de autor o traducciones de textos en otras lenguas, inéditos al castellano. Una proeza impensable en un contexto y deriva como la actual, en la que abundan las mezcolanzas y fantasías nueva era, la piratería y apropiación de lo ajeno, o el aderezo interesado para consumo e impacto rápido, que denotan la falta de creatividad intelectual y sobre todo la incomprensión de la genuina Sabiduría Perenne.
Con el tiempo, y modestamente, los visitantes han ido en un paulatino ascenso, así como los lectores que nos han remitido sus felicitaciones, inquietudes o cuestiones acordes a los temas abordados.
Desde sus comienzos, como hemos reiterado en varias ocasiones, nos hemos propuesto abordar diferentes tradiciones sagradas siempre desde dentro, mostrando sus implicaciones iniciáticas y compromiso con la realización espiritual sincera, frente a otros abordajes más academicistas y externos, pero sin por ello renunciar al rigor doctrinal necesario que nos diferencia de las supercherías tan de moda.
En este sentido, ha habido una importante labor de difusión y clarificación respecto al Sufismo o tasawwuf islámico, en tanto última Revelación profética y tal vez la más próxima a Occidente con una cierta regularidad, sin dejar de ser oriental y sin dejar de ser muy basta y heterogénea en sus distintas vías o turuq.
Del mismo modo, con el tiempo nos hemos centrado en presentar la considerada por muchos tradición vigente más antigua: el Shivaísmo tántrico de Cachemira, corriente advaita prevédica con una finura y sutileza doctrinal tal vez inigualables en la expresión prístina de su metafísica, y prácticamente desconocida en Occidente, al menos en lengua hispana, en la que presentamos algunas traducciones de shashtras de primer orden.
Todo ello juntamente con importantes estudios y aproximaciones a la tradición hermético-occidental, a través del simbolismo masónico, la alquimia y la astrología principalmente, sin descuidar puntualmente trabajos sobre otros ámbitos como el chamanismo primitivo, el taoísmo, y la crítica del arte y de la modernidad.
En ésta última dirección, y acorde a la perspectiva tradicional, siempre hemos puesto énfasis a la hora de discriminar la auténtica espiritualidad de la falsa, así como en diseccionar el proceso de oscurecimiento que capitanea el Occidente moderno, sumido en la ignorancia dual, puesto que queramos o no formamos parte de él, aunque sea ilusoriamente.
Esperemos que continúe nuestra labor, bien sea discreta y sutilmente, en medio de esta frenética sociedad de la información y de las redes sociales en su papel aglutinante y disolvente, inevitable en el presente fin de ciclo pero que también ofrece nuevas posibilidades para quien permanece despierto en Espíritu.
La Redacción
viernes, 13 de octubre de 2017
NOTA: ¿EXISTE “UNA” TRADICIÓN OCCIDENTAL Y “UNA” TRADICIÓN ORIENTAL?
Dada la presencia de grupos –sobretodo por internet- que declarándose incondicionales de René Guénon se reclaman igualmente herederos directos de “una” o de “la” tradición occidental, con el cristianismo de base, entendiendo por esta tradición la Hermética, la Rosacruz, la Cábala (cristiana), el neoplatonismo renacentista y alguna otra más (disciplinas como Tarot, Astrología, Alquimia…), en tanto surgida de la Tradición Primordial, pero presentando al mismo tiempo su oferta o programa “espiritual” formado por un batiburrillo de nociones simbólicas de diferentes tradiciones, incluidas también algunas orientales, citaremos al respecto lo que el propio René Guénon opina del asunto, extraído de su artículo: Les contrefaçons de l’idée traditionnelle, (publicado en los números de noviembre y diciembre de 1936 de la revista Études Traditionelles, formando parte de varias recopilaciones posteriores):
“…es por el procedimiento “sincrético” del que acabamos de hablar, que se ha visto constituir una pretendida “tradición oriental”, la de los teosofístas, no teniendo de oriental más que una terminología mal comprendida y mal aplicada; y como este mundo –el de los “grupos esotéricos”- está siempre “dividido contra él mismo”, siguiendo la palabra evangélica, los ocultistas franceses, por espíritu de oposición y de “concurrencia”, edificaron a su vez una supuesta “tradición occidental” de mismo género de la que muchos elementos, especialmente aquellos que sacaron de la Kabala, pueden difícilmente llamarse occidentales en cuanto a su origen, sino en cuanto a la manera especial de cómo ellos lo interpretan. Los primeros presentan su “tradición” como expresión misma de la “sabiduría antigua”; los segundos, quizá un poco más modestos en sus pretensiones, buscaron sobretodo hacer pasar su “sincretismo” por una “síntesis”, pues hay pocos que hayan abusado tanto de esta última palabra. Si los primeros se mostraban así tan ambiciosos, es quizá porque de hecho, había en el origen de su “movimiento” influencias bastante enigmáticas y de las que ellos mismos habrían sido bien incapaces de determinar la verdadera naturaleza. Por lo que respecta a los segundos, no sabían más que demasiado bien que detrás de ellos no había nada, que su obra no era más que la de algunas individualidades reducidas a sus propios medios, y si llegó a darse que “alguna cosa” diferente se introdujo allí también, no fue ciertamente más que mucho más tarde. No sería muy difícil hacer a estos dos casos, considerados bajo esta relación, la aplicación de lo que hemos dicho hace un momento, pudiendo dejar a cada cual el cuidado de sacar por él mismo las consecuencias que le parecerán derivarse lógicamente.
miércoles, 27 de septiembre de 2017
LÓGICAS NO DUALES (y II), por Arcadio Rojo
Antes de entrar en la descripción de la Lógica no-dual no puedo dejar de señalar la existencia de Tradiciones basadas en un Dualismo Armónico. Según esta visión tradicional el universo está presidida por dos principios complementarios que son la manifestación armónica, en última instancia, de una Realidad Suprema no-dual.
Muchas Tradiciones africanas se basan en este dualismo armónico tal y como señala Ferran Iniesta al referirse a «Emitai y el despliegue de las grandes cosmologías africanas»: «Y es que el Principio Supremo Thot o Amma organizó las diferencias complementarias sobre pares de contrarios: así, la Ogdoada egipcia Hermopolitana tenía en su seno la pareja Amon-Amaunet (el Oculto y la Manifestada), de igual modo que los Diola en el sur senegalés tienen en Emitai el nivel invisible del Principio creador y el aspecto manifiesto de la lluvia material, que son los dos significados por contexto de la única palabra Emitai (o Atemit, en otra variante)» (26).
Igualmente podemos citar en África a la Tradición Basaa en Camerún como otro ejemplo de dualismo armónico presidido por el Mbok. Ferran Iniesta lo expresa de esta manera: «Podría intentarse una aproximación teórica entre el Mbok y Maat con su equivalencia en el logos griego, ya que todos esos términos suponen medida, orden, armonía, justicia, pero, también, conjunto y totalidad cósmica. El Ser Supremo o Divinidad (Nlolombi) no se confunde con el Mbok, ya que el Dios genera el mundo y es entonces cuando la armonía universal se establece en un movimiento constante que genera belleza y nuevos equilibrios» (27).
Una vez señalada de modo sintético lo que podríamos llamar una Lógica Dual Armónica, comenzaré ahora con un acercamiento previo a la Lógica y a la visión no – dual de la realidad citando frases de Textos de Tradiciones No – Duales al respecto.
martes, 12 de septiembre de 2017
LÓGICAS NO DUALES (I), por Arcadio Rojo
La Redacción
A Ferran Iniesta, con quien tanto he vivido la difícil singladura tradicional a través del ignorante mar del Occidente moderno, que también es Shiva.
¿Qué alternativas se pueden plantear a las diferentes crisis a las que nos aboca en Occidente nuestro modo de vida particular? Como veremos con más detalle, quisiera subrayar que cuando un Sistema o Sociedad está en crisis aguda, la primera reacción que se produce es la del surgimiento y desarrollo de un tipo de movimientos sociales que luchan para que esta Sociedad cumpla sus fines. En el caso de nuestro mundo occidental esto se concreta en conseguir trabajo industrial para todos, creación de empleo y de empresas, mayor producción de artefactos, salarios dignos, servicios sociales de calidad, etc., en definitiva, la consolidación del llamado «estado del bienestar». Pero, lo que es más difícil, es que se plantee una crítica radical a ese modelo social en crisis y que se hagan las reflexiones necesarias para recurrir a otros principios y reglas diferentes y alternativas.
Precisamente las reflexiones, que siguen a continuación van en esta línea, es decir, la de mostrar otras formas de estar en el mundo radicalmente diferentes a la del modelo de vida occidental. En este sentido quiero señalar que no adopto como lema «otro mundo es posible» ya que esos otros mundos existen y son mejores que el Occidental. Por tanto, prefiero enunciar el lema de esta otra manera: «otros mundos, otros valores están en presencia, conozcámoslos». Creo que el primer paso en esta dirección es salir de la concepción de que somos la sociedad más progresista y avanzada del mundo, cuyos valores tienen carácter universal. Por tanto, pido un esfuerzo de reflexión sobre cuáles son los principios y los valores que conforman nuestra particular sociedad occidental moderna. Me centraré en lo que yo creo que condiciona desde su raíz todas nuestras concepciones, sentimientos y acciones a nivel social e individual: nuestra visión dual de la Realidad en sus diferentes modos y expresiones.
lunes, 28 de agosto de 2017
NOTA SOBRE MOISÉS Y EL KHADIR, por Manuel Plana
En algunas ramas del tasawwuf islámico se dice que: “Los exoteristas siguen los pasos de Moisés, profeta de la ley exterior, formal; los esoteristas siguen al Khadir, este personaje enigmático, alta figura del Ghayb (el misterio, lo no manifestado), que aparece y desaparece para iniciar a los profetas y santos. En el Qur’an (18. 65-82) Khadir pone a prueba a Moisés por tres veces, cumpliendo actos que contravienen en apariencia a la Ley ...” (1)
Aunque no lo sepa, nadie sinceramente interesado en la realización espiritual ignora a este personaje misterioso, pues, es él y ningún otro el verdadero agente de esa búsqueda y de ese interés todo a lo largo de la vida del individuo; su caracter informal (sin nombre y sin forma, sin genealogía como el Melquitsedek bíblico), ajeno al tiempo humano, señala su estatus verdadero y su única y fundamental función: el despertar espiritual del ser humano.
La omnipresencia invisible y silenciosa del Espíritu toma a veces aspectos enormes, hace que algunas de sus manifestaciones aparezcan como personificaciones de funciones y atributos extraordinarios, aunque en lo “ordinario” también esté presente. El ámbito del Espíritu abarca todas las formas sin quedar condicionado por ninguna, sus prerrogativas son precisamente el no estar condicionado por ningún límite formal, ni individual, ni temporal ni espacial, aunque sea por ellos que se manifiesta. Estar tocado por este Espíritu es estar tocado por una vocación consciente de vivencia espiritual, por un toque de atención profunda y persistente en la búsqueda de la Realidad que sucede a pesar del individuo, de sus limitaciones y defectos, que se impone de algún modo a la naturaleza de su ser, como algo sin lo cual todo absolutamente carecería de sentido y de valor para él.
sábado, 12 de agosto de 2017
REFLEXIONES SOBRE EL FENÓMENO TURÍSTICO, por Esaúl R. Álvarez
De la web amiga: Cultura Transversal, de la que hay enlace en nuestro sitio, presentamos una incisiva reflexión del Sr. Esaúl R. Álvarez sobre un tema ahora mismo candente: el turismo de masas. Creemos que nadie podría haberlo tocado mejor y con más acierto, poniendo en evidencia las verdaderas causas de este desmedido empeño en desplazarse, agitarse y consumir, aprovechado como motor económico sin medida para bien de comerciantes, hoteles y agencias de viaje pero para mal de ciudadanos nativos, torturados y acosados por este fenómeno.
La Redacción
Poco a poco el turismo de masas se ha ido convirtiendo en un fenómeno universal cuya fetidez alcanza la práctica totalidad de la superficie del orbe. Pueblos enteros ven alterada su forma de vida y corrompida su cultura por este neocolonialismo que emplea billetes -el ídolo Mammón- en lugar de fusiles. Un colonialismo suave -como corresponde a la postmodernidad- al que todos los pueblos se pliegan sin oponer resistencia: su cultura y tradiciones son transformadas en mercancía destinada a agradar a extravagantes y curiosos, y lo que antes fuera su espacio vital es convertido en un grotesco parque temático que recuerda demasiado a menudo los poblados de los decorados cinematográficos.
El turista por su parte es a la vez víctima y verdugo. Corrompido y vaciado por el nihilismo y la acedia de su propia sociedad viaja a lugares cada vez más lejanos y exóticos buscando una autenticidad que destruya aún antes de encontrar, llevando consigo y contagiando a todos de lo peor de su modernidad corrompiendo y vaciando a los otros, sirviendo así de eslabón en una cadena sin fin. La economización de la vida y el culto idolátrico al dinero se imponen como únicos valores en este multicultural Fin de la Historia. A veces incluso el occidental quiere ocultar su culpa con una gruesa capa de sentimentalismo o “solidaridad”, síntomas también marcadamente postmodernos.
El fenómeno turístico es en definitiva un himno a lo inauténtico, a lo artificial, al poder del dinero, a la ‘democratización’ y vulgarización de los gustos y las costumbres, a la vida vivida y celebrada como simulacro (Baudrillard). El fenómeno turístico supone la metástasis final de la postmodernidad y sus miserias a la vez que un diáfano ‘signo de los tiempos’ de este final de ciclo habitado por el pusilánime Homo festivus (P. Muray).
jueves, 27 de julio de 2017
SUFISMO Y ALQUIMIA ESPIRITUAL (*), por Manuel Plana
Los sufíes nunca se llaman a sí mismos sufíes sino fuqaras (pobres) o mutasawwfin (los que recorren la Vía: Tasawwuf). El nombre sufí, como el de Adepto en Europa, no define “al que va o se dirige hacia” sino al que ha llegado, alcanzando el grado más alto de espiritualidad. Fuqara significa literalmente pobres y la vía del Sufismo, en efecto, es una vía de pobreza, lo cual requiere una explicación, puesto que también es, a la vez, vía de riquezas incorruptibles y tesoros inmensos. En efecto, cierta austeridad en las costumbres puede tener algo que ver quizá con la pobreza espiritual, pero nunca con la miseria material o la indigencia.
miércoles, 12 de julio de 2017
ASCENCIÓN EXTÁTICA Y VUELO MÁGICO ENTRE CHAMANES Y YOGUIS (parte II), por Armando Montoya-Jordán
ESTADOS DE CONCIENCIA ENTRE CHAMANES Y YOGUIS
El descubrimiento de la religiosidad arcaica por parte de la civilización occidental, sobre todo a partir del siglo XIX, hizo posible que muchos estudiosos recopilaran cuantioso material sobre los rituales y las creencias de los diversos mundos que conforman la cosmovisión mítica del chamanismo. No obstante, es un hecho evidente que, debido a sus fuentes narrativas de orden predominantemente oral, todo el corpus narrativo que recogían sus enseñanzas ha llegado hasta nosotros de manera harto fragmentada. Además de este factor, debemos tener en cuenta las limitaciones de la mentalidad imperante en la intelectualidad europea de aquella época, a la hora de recopilar dichas narraciones orales. Todas esas limitaciones se vieron plasmadas en obras como "La Rama Dorada" (1), un clásico de la antropología religiosa decimonónica; dicha obra resume los prejuicios positivistas imperantes en la mentalidad europea de ese siglo de manera manifiesta, hecho que quedo evidenciado en sus discursos de orden ilustrado, y la subsiguiente subvaloración de todo fenómeno sacro y, por extensión, de toda cosmovisión tradicional, calificadas como meras supersticiones, fruto de la mentalidad primitiva. Podemos afirmar pues, desde una perspectiva hermenéutica, que todas las buenas intenciones de generaciones de etnógrafos y antropólogos crearon más problemas que soluciones a la hora de hacer una valoración real, en otras palabras omnicomprensiva, de dichas manifestaciones míticas y sagradas.
Ahora bien, la cuestión de crucial importancia a resolver es ¿Cómo poder penetrar en los significados más profundos de tales narraciones, de modo que pudiesen dar testimonio de aquellos estados de conciencia relatados por los chamanes? ¿Cómo resolver la carencia de fuentes que pudieran arrojar luz sobre las doctrinas soteriológicas más profundos del chamanismo y, de este modo, revelar el sentido último de sus experiencias?
martes, 27 de junio de 2017
LA ALQUIMIA DE LA ASTROLOGÍA (y II), por Sergio Trallero Moreno
Es común en la astrología moderna una visión horizontal, centrada arquetípicamente en los signos zodiacales, que nos muestra el desarrollo evolutivo espiral del Samsara, de todo ciclo vital. Pero no está bien comprendida la perspectiva vertical centrada en las funciones jerárquicas representadas por los planetas. Estos últimos de hecho son los que le otorgan el "cuerpo" a la astrología, más allá de las distintas divisiones abstractas del espacio-tiempo, discrepantes en muchos casos entre escuelas, épocas o culturas (véase sistemas de casas, número de signos, mansiones lunares, sideralistas-tropicalistas).
Casi siempre se tiende a explicar el significado planetario en base a una extrapolación de sus signos correspondientes, es decir, comprender un planeta en base a su signo o signos, cuando debería ser al revés. Este hecho puede rebajar la intuición del arquetipo, puesto que los planetas son los principios originales que generan en su despliegue simétrico de dobles regencias los signos zodiacales.
Los Planetas son claves, puesto que representan las energías angelicales de ascenso y descenso de los flujos existenciales, entre el mundo superior y el inferior, configurando así al Anthropos Cósmico, mediador entre Cielo y Tierra según todas las doctrinas esotéricas tradicionales. O lo que es lo mismo: la función planetaria realiza la vehiculación hermética, mercurial, entre los mundos.
De lo que se trata por tanto a continuación es de aportar algunas claves que puedan ayudar a profundizar en el simbolismo planetario. En ellos podemos describir todo el proceso iniciático del alquimista, el mapa astral de su alma, los itinerarios y fases a seguir.
El hermetismo concibe una Simpatía universal entre lo de arriba y lo de abajo, Cielo y Tierra, permitiendo que una misma Energía Universal se manifieste, sutil-etéreamente en los planetas y densa-materialmente en el reino mineral.
Los rayos del Sol hacen que se produzca Oro en las entrañas de la Tierra, a través de diversos grados de perfección mediante los llamados metales nobles. Así, la acción de cada planeta, al servicio del astro rey, produce un tipo de metal en el seno terrestre, en proceso de maduración hacia el oro. Esta maduración subterránea es la que recrea el alquimista en su trabajo interior por fases, imitando como siempre la Naturaleza.
domingo, 11 de junio de 2017
LA ALQUIMIA DE LA ASTROLOGÍA (I), por Sergio Trallero Moreno
Cuando se habla de Cosmología en un sentido tradicional se hace referencia a las Ciencias Sagradas que desarrollan los principios sobre los que se sustenta la Manifestación o Ser cósmico. Esto nada tiene que ver con la concepción común de Cosmología usada por la ciencia moderna, ya que ésta última pretende analizar, en frío y cuantitativamente, un supuesto mundo objetivo, externo, totalmente separado del sujeto conocedor, en el que las cualidades no mensurables se niegan.
Desde el punto de vista del hombre antiguo, esa premisa es inconcebible, puesto que unos mismos principios vertebran la realidad de forma unitaria. Así, el Hombre se concibe como un Cosmos en sí, pero no un Cosmos diferente del percibido por los cinco sentidos. En la visión interna se abre un Universo tan infinito o más que el aparentemente externo. El Conocimiento sagrado por tanto siempre es uno y el mismo, se vuelque la mirada hacia afuera o hacia adentro.
Este Conocimiento, o mejor dicho Sabiduría en el sentido de Gnosis, no se presenta dado per se (de hecho es inexistente para el profano) sino que es necesaria toda una progresión iniciática, reveladora e iluminativa, que vaya quitando los velos de la ignorancia dual. De ahí también que no se trate de un conocimiento meramente humano, producto de sus capacidades mentales, sino de una instancia suprahumana, de esferas espirituales superiores, como presentan todos relatos antiguos al remitirlo a un linaje y procedencia divina o angélica que en un momento dado, de un modo u otro, desciende en el ámbito humano.
Como se ha apuntado, la Cosmología sagrada muestra las Leyes sutiles mediante las que opera y está edificada toda la Manifestación íntegra, en un orden jerárquico de principios y esferas que dinamizan espiritualmente todo el devenir. Digamos que se trata de un intento de captar el plano de la mente del Gran Arquitecto del Universo; los prototipos universales que posibilitan toda creación y recreación. En un sentido iniciático la realización de esta gnosis corresponde a los Misterios Menores de la tradición eleusina.
jueves, 1 de junio de 2017
PUBLICACIÓN DEL LIBRO "LOS PLANETAS. FUNCIONES DE LA CONCIENCIA HUMANA" de Sergio Trallero
Los Planetas de nuestro Sistema Solar no son simplemente unos objetos externos, lejanos e inanimados que nada tienen que ver con nosotros, como nos dice la ciencia oficial, sino que se expresan en el interior de nuestra conciencia configurándola de una forma totalmente viva y rica en significados.
El presente libro nos introduce en el milenario saber astrológico desde un lenguaje actual, para comprender el funcionamiento de los arquetipos planetarios a nivel psicológico y desvelar sus claves interpretativas. Para ello se desarrollan las nociones fundamentales y necesarias que permitan adentrarnos en la Astrología y atisbar su inestimable potencial simbólico para recrear el relato del alma con gran precisión.
El texto está dirigido tanto a personas sin nociones astrológicas interesadas en una primera aproximación al lenguaje del cosmos y su cifrado simbólico, como a personas con conocimientos astrológicos, profesionales o no, que deseen revisar y sintetizar conceptos.
Lo más real y consistente de la astrología, dentro de todos sus elementos, son los Planetas y su reconocimiento como facultades internas de nuestra psique. Por ello la tesis implícita presentada aquí considera su correcta asimilación como imprescindible e incluso previa a los tan conocidos Signos zodiacales, los cuales extraen mucho de su significado de ellos.
Dentro de la literatura astrológica, los Planetas han sido muy tratados evidentemente, pero de un modo aislado, desconexo o esquemático, cuando no disperso y distorsionado. Comprender la unidad sistémica de fondo y presentarla monográficamente puede clarificar muchos conceptos confusos además de aportar rigor para futuras investigaciones y acercamientos interdisciplinares al campo astrológico.
El libro pretende así llenar el vacío existente al respecto, a modo introductorio, al abordar de la forma más homogénea y cohesionada posible esta misma Estructura Universal que a nivel externo llamamos Cosmos (Sistema Solar) y a nivel interno Conciencia (Funciones Psíquicas).
miércoles, 17 de mayo de 2017
ASCENCIÓN EXTÁTICA Y VUELO MÁGICO ENTRE CHAMANES Y YOGUIS (parte I), por Armando Montoya-Jordán
Chamán, éxtasis visionario, vuelo mágico, rituales enteogénicos. Todas estas acepciones están ligadas al aura que parece suscitar el concepto chamanismo en el imaginario de quienes ven, en este tipo de praxis mágica y espiritual, una especie de método efectivo para lograr una apertura de lo que en el lenguaje contemporáneo se ha llegado a denominar “nuevas formas de conciencia”. Lo que resulta revelador, a primera vista, es que dicha percepción delata una aspiración por nuevos paradigmas de conocimiento, hecho harto significativo en una mundo donde los modelos epistemológicos heredados por el pensamiento posmoderno han entrado en su fase terminal.
No obstante, antes de cualquier intento de delucidación, se hace perentorio responder ciertas interrogantes; ¿Qué distingue concretamente al chamanismo de otras prácticas de orden ritual y mágico? Más aún, ¿Qué afinidades podemos establecer con otras vías de similar aspiración mística?
No obstante, antes de cualquier intento de delucidación, se hace perentorio responder ciertas interrogantes; ¿Qué distingue concretamente al chamanismo de otras prácticas de orden ritual y mágico? Más aún, ¿Qué afinidades podemos establecer con otras vías de similar aspiración mística?
Desde una percepción corriente, por chamanismo se entiende la creencia en mundos de orden sobrenatural y la manera de entrar en contacto con las influencias espirituales que rigen dichos mundos. Las técnicas que harían posible la realización de dichas búsquedas pueden ser esbozadas en los siguientes términos: se trata de rituales cuya finalidad consistía en trascender los límites de la experiencia individual. En otras palabras, se procuraba la superación de los confines de la conciencia ordinaria que determina nuestros esquemas mentales para, de este modo, alcanzar los mundos espirituales en los confines de lo desconocido. Mediante ese tipo de hazañas, el chamán lograba entrar en contacto con las fuerzas de los mundos superiores; haciendo posible, a su vez, que los hombres participen de los influjos divinos. En términos generales, y siguiendo las pautas teóricas de ciertas corrientes antropológicas y de fenomenología de la religión, cuando nos referimos al chamanismo, estaríamos hablando de prácticas rituales cuyas características pertenecen a estadios de conciencia religiosa que existieron en la antigüedad arcaica, y cuyos focos de origen indican que habrían surgido de las estepas de Asia Central y Siberia.
miércoles, 3 de mayo de 2017
LAS CINCO ENVOLTURAS (KOSHAS) DEL SER MANIFESTADO EN LAS TRADICIONES VÉDICAS Y AGÁMICAS, por Manuel Plana
El tema de los koshas o “envolturas” (liter. “forros”) del Ser manifestado (Âtmâ), ya lo habíamos abordado anteriormente (ver: Sobre la metafísica de los “cuerpos” o envolturas del ser según el hinduismo. Miércoles 26 Noviembre 2014). Ahora lo queremos hacer de manera más exhaustiva tomando como referencia a los Upanishads, especialmente el Taittiriyya y el Sarvasar, pero también el Samkhya y el Ayur Veda (*), que le añaden más elementos de reflexión completando bastante el tema. Y también contrastándolo con algunos modelos del Shivaismo advaita de Cachemira.
Creemos que es de suma importancia para el individuo, sobretodo para aquel interesado en la realización espiritual, conocer de la manera más clara y perfecta posible la constitución de su propia realidad interna y externa, individual y universal. Muchísimas dudas, cuestiones y falsas ideas que surgen con respecto a muchos temas relativos al individuo, su identidad, su origen, su destino, sus dimensiones, su realidad permanente e impermanente, mortal e inmortal, etc… se contestarían fácilmente si tuviera un conocimiento directo de su verdadera constitución tal y como viene revelada en la tradición sagrada.
El mundo sensible, como el estado corporal mismo, a los que la gran mayoría dan el estatuto de único, “real” y verdadero, es apenas una fina capa evanescente que oculta otras mucho más finas y consistentes, a modo de “pieles” o velos del Ser Supremo o Suprema Conciencia, descrita en el Shivaismo advaita de Cachemira como: “Masa compacta (infinita y homogénea) de conciencia y felicidad”. De hecho, llamamos “manifestación” o “creación” a la “aparición” (Epifanía) en el espejo de la consciencia (es decir, de nuestra propia consciencia) de su propio reflejo diferenciado y múltiple (el propio juego, Lîlâ, de la Conciencia y sus poderes); y Universo (macro y microcósmico), al ensamblaje concéntrico de estas capas o forros del Ser, las cuales, constituyen igualmente lo que llamamos “mundos”, “estados”, “estaciones” o “categorías” (tattvas), y que aparecen como envolturas tal y como en una cebolla. El término “Maya” que acompaña la denominación de cada kosha, -con las dos aes cortas- no se refiere a nada ilusorio (la Mâyâ con aes largas) sinó a la idea de: "lleno de...", o "hecho de...".
martes, 18 de abril de 2017
LA ESPIRITUALIDAD RESURGE Y LA RELIGIÓN DECAE EN LA MODERNIDAD LÍQUIDA
Adjuntamos un artículo aparecido en la web: www.tendencias21.net por tocar un tema candente y podríamos decir crucial en estos tiempos de especial confusión y vacío espiritual. Precisamente, las fuentes del mismo parten de trabajos del Sr. Enrique Martínez Lozano, sacerdote y teólogo que, después de años de labor religiosa, al conocer las doctrinas no-duales de oriente, especialmente del advaita vedanta, reformuló completamente su orientación espiritual. Ahora es un activista reconocido de estas tendencias del que pueden encontrarse muchos escritos y conferencias bien interesantes por internet. También La Sra. Mª Dolores Prieto Santana que colabora en el artículo, educadora y antropóloga, coincide con este pensamiento.
La única cuestión que señalamos es que una nueva manera de vivir la espiritualidad no es posible sin el amparo y el apoyo de una tradición viva y, por supuesto, más poderosa doctrinalmente que las meramente exotéricas, como son las no-duales de oriente. Es cierto que han habido y hay intentos bien interesantes de restituir la esencia no-dual del mensaje de Jesús-Cristo (que a la práctica es no-dual dual –bhedâbheda-), a la luz de la cual cobra un sentido infinitamente más amplio que el meramente confesional y ecuménico. Sin embargo no es tarea demasiado sencilla aunque siempre sería bienvenida de hacerse cabalmente respetando las formas del propio mensaje evangélico.
Redacción
Analistas afirman que nos encontramos ante el umbral de una etapa transreligiosa, transconfesional y postcristiana. Ni las personas ni los grupos humanos pueden soportar por mucho tiempo el vacío existencial. En un primer momento, quizás se eche mano de la compensación y de la "distracción", pero la insatisfacción creciente desencadenará una actitud de búsqueda de la plenitud presentida: es la búsqueda espiritual. Algo así parece estar sucediendo entre nosotros. A ojos de muchos analistas, resulta innegable que, en nuestro medio sociocultural, nos hallamos frente a un creciente resurgir de la espiritualidad. Y que dicho resurgir corre paralelo a un no menos evidente declive de la religión institucional. Hasta el punto de que, según ellos, nos encontraríamos ante el umbral de una etapa transreligiosa, transconfesional y postcristiana. ¿Es así en realidad?
En diversos artículos recientes de Tendencias21 de las Religiones se ha abundado en la tendencia emergente en el siglo XXI hacia la espiritualidad. Un mundo dominado por la modernidad líquida necesita interiorizarse. La sociedad efímera necesita recuperar consistencia, solidificar la columna vertebral con valores que la reconstruya con solidez. Este proceso no es monopolio de las religiones establecidas. Está siendo asumido por movimientos sociales muy diferentes.
lunes, 3 de abril de 2017
RESEÑA A "CABALGAR AL TRIGRE", por Lydia Morales Ripalda
Adjuntamos la reseña de uno de los últimos libros que publicara Julius Evola, una contundente y bien documentada crítica a los diferentes aspectos del llamado mundo moderno en su fase final más disolutiva. La autora, filóloga y buena conocedora del pensamiento tradicional, a pesar del respeto que le merece el autor, no hace concesiones a ciertas opiniones suyas bastante poco objetivas a veces, que empañan una obra imprescindible dentro del pensamiento tradicional occidental de última hora y que sus adversarios han utilizado en su contra ninguneando su valor general.
La Redacción
viernes, 17 de marzo de 2017
LAS ETAPAS DE LOS ITINERANTES HACIA DIOS, por Abdallah al Ansârî al Harawî (Referencias coránicas)
La tabla de las estaciones espirituales –Maqamat- del sheij Abd-Allah al-Ansârî al Harawî, incluida en su libro Las etapas de los itinerantes hacia Dios, es un diagrama simbólico del recorrido del alma en su retorno al Uno, un mapa de la realización espiritual en clave coránica. Las estaciones se disponen en diez módulos o moradas repartidos en cuatro niveles; cada módulo contiene a su vez diez estados (Hawâl) o grados de esa misma estación, sumando un total de cien.(1)
La vía sufí no es otra cosa que un continuo ascenso hasta el Fin, de estación en estación y de estado en estado. Como señala el maestro Kalabadhî (380 H) en su Tratado: “la negación de la estación queda sobrepasada en la afirmación de la estación ulterior”; el Istinbât se inscribe en la exégesis esotérica del Tasawwf, el Tawil kashfî, que es “la vía del desarrollo interior por una captación directa e intuitiva del significado de los términos o los pasajes coránicos considerados”. (*)
La disposición de las diez Moradas en cuatro niveles es una referencia explícita a los cuatro mundos o estados de la cosmología tradicional; en este caso sigue la progresión misma de la Tetraktis pitagórica, es decir, 1/2/3/4; arriba un módulo -10-, dos al nivel siguiente -20-, tres después -30- y cuatro en la base -40-, lo que indica que la potencialidad de la unidad, y de la totalidad señalada por el 10 (y por el 100), están contenidas en el número cuatro (4=1+2+3+4=10=1+0=1). Con el cuaternario comienza la manifestación universal, los tres primeros números, se dice, no son ni manifiestos ni inmanifiestos.
Esta disposición numérica no es exclusiva del pitagorismo ni del Islam, sino propia de la Tradición unánime; también se encuentra en la ciclología hindú más arcaica (Puranas), aquella que mide la duración del presente ciclo humano (Manvantara) en cuatro eras o Yugas decrecientes, como hiciera también la antigua mitología grecorromana y sus edades de oro, plata, bronce y hierro. En todo caso, existe una correlación simbólica entre el diseño de la Creación (Macro y Microcósmica), el de los estados del Ser y el de los grados iniciáticos (o grados espirituales), tanto como una proporción rítmica, un “número de oro”, que determina la progresión del movimiento creativo y la marcha de cualquier ciclo temporal.
jueves, 2 de marzo de 2017
PUBLICACIÓN DEL LIBRO "EL CIENTÍFICO Y EL SANTO. LOS LÍMITES DE LA CIENCIA Y EL TESTIMONIO DE LOS SABIOS", de Avinash Chandra
Desde un rigor, documentación y profundidad incomparables, "El científico y el Santo" aparece como una obra de referencia y de hondo calado en los estudios tradicionales. El libro desarrolla exhaustivamente diversos temas esenciales: las incongruencias y límites de un paradigma científico (materialismo, azar, evolucionismo, objetivismo) sustentado en creencias e ideologías; la naturaleza de la Mente y la Consciencia y su precisa diferenciación, muy claramente establecida en la visión metafísica hindú; el Conocimiento espiritual genuino de la mano de multitud de testimonios de sabios realizados; los grandes problemas filosófico-teológicos, como el del Mal en el mundo o el significado de la Muerte, desde un punto de vista iniciático, etc.
En definitiva, una obra imprescindible para comprender de forma cabal la deriva del mundo occidental moderno en su degradación antimetafísica, en contraste con el legado de Sabiduría perenne de las Tradiciones Sagradas.
La redacción
jueves, 16 de febrero de 2017
EL CENTRO, PREMISAS PARA UNA POSIBLE VIVENCIA ... por Sergey Kitaev Kitaev
Dice el ritual, que los secretos verdaderos del M :. M :. que se han perdido, se encontrarán en el Centro, porque es donde el M :. M :. no puede equivocarse. La interpretación de este postulado casi clásica es que estar en el Centro es estar con el Principio, o, según algunos, con Dios. Lo cierto es que esta interpretación no deja de ser una abstracción, al menos para mí. ¿Cuándo estoy con Dios? ¿Cuándo dejo de estar? ¿Por qué? En este trabajo no pretendo describir la experiencia del Centro que podemos tener en la vida ordinaria, pero pienso que para llegar a tenerla deben cumplirse ciertas premisas, surgir y realizarse ciertos procesos interiores. Posiblemente no diré nada nuevo, pero he aquí un intento de interpretación de este símbolo casi psicológica, inspirada en mi experiencia y trabajos de otros hermanos.
La figura del Centro, aunque en el REAA pertenece al Grado de Maestro, la encontramos desde el Grado de Aprendiz. La manera de movernos en el Templo indirectamente denota la existencia del Centro. ¿Qué tenemos, pues, en el Centro de la Logia? Los tres pilares, que, como dice el ritual, "sostienen la Logia", y el Cuadro de Logia, - que es, podríamos decir, la misma Logia en miniatura. Es decir, en realidad, en el Centro lo tenemos todo, al menos en miniatura y potencia, y el catecismo, dándonos las medidas casi cósmicas de la Logia y diciéndonos que es "Universal", de alguna manera lo confirma. Si partimos de la premisa de que la Logia es una especie de plano de nuestro mundo interior, entendemos que Todo está dentro de nosotros, y ese Todo descansa sobre los tres pilares y tiene unas dimensiones extraordinarias. También podemos ir un poco más allá y suponer, que los pilares son nuestras cualidades interiores básicas, y llegar y permanecer en el Centro es devenir, ser la fuente de estas cualidades, las cuales podríamos denominar Intelecto/Intuición/Sabiduría (son las que conciben), Voluntad/ Energía/Fuerza (estas ejecutan), y Amor/ Compasión/Belleza (y estas adornan). De hecho, para mí no son tres cosas diferentes, sino tres aspectos de una misma cosa, que es la Conciencia activa manifiesta. Y es que es fácil de comprobar: donde se efectúa un acto verdaderamente consciente, necesariamente encontramos;una medida, una planificación y posterior supervisión del mismo acto (Sabiduría), voluntad de permanecer con atención consciente ejecutándolo (Fuerza), y una clara tendencia de hacer el Bien, ya que un acto verdaderamente consciente nunca supone un mal (Belleza). Hasta aquí bien, pero el ritual nos dice, que para permanecer en el Centro, debemos ser Maestros, en otras palabras, hemos de haber pasado por una determinada experiencia interior. Veamos por cual.
miércoles, 1 de febrero de 2017
SOBRE EL HIJO DEL INSTANTE, por Manuel Plana
Hadith del Profeta (saws)
En el nº 8 de la revista Soufisme d’Orient et d’Occident, un artículo firmado por Bruno Hussein trata del simbolismo del “hijo del instante”, conocida expresión sufí que encierra un mensaje iniciático lo suficientemente importante como para merecer una atención especial, y que brinda también la ocasión de profundizar un poco en lo que supone la concepción sagrada y tradicional del tiempo.
Ante todo cabe señalar el doble sentido del instante, pues, como dice Boecio: “El instante que pasa hace el tiempo; el instante que permanece hace la eternidad”. En efecto, para comprender la naturaleza de este “instante” debe reconocerse primero la diferencia de perspectivas que sobre el tiempo tienen, respectivamente, la tradición sagrada y la ciencia moderna, considerando que, en todas sus formas, ésta última encarna directamente el pensamiento empírico y materialista moderno que la ha producido.
Como bien señala el autor, la concepción ordinaria sólo considera del tiempo su apariencia cronológica; lo concibe como una suma adicional de años, días, horas, momentos e instantes, es decir, como algo puramente sucesivo, cuantitativo, y sobre todo, lineal. Su naturaleza se interpreta como un fluir mecánicamente aritmético, homogéneo y uniforme, extraña, en suma, a toda realidad sensible. Para la tradición, en cambio, el tiempo está vivo, su forma sucesiva y su apariencia lineal suponen su percepción más burda, es decir, su perspectiva más ilusoria; confundir el tiempo con una suma mecánica de momentos y sucesos, es imaginar la vida y el universo temporal como una máquina, como un sistema dinámico pero monótono y cerrado sobre sí mismo, incapaz de auto-regenerarse, lo que desmiente el comportamiento de cualquier ciclo vital y sobre todo el fenómeno de la consciencia humana. Es esta concepción errónea la que ha permitido a la ciencia moderna desarrollar todas sus teorías evolucionistas y progresistas del tiempo, así como las reencarnacionistas que ha consignado todo el neo-espiritualismo de moda inspirado en ellas. Del mismo modo se confunde lo eterno o la eternidad con lo indefinido, es decir, con una suma enorme de tiempo, con una cantidad innumerable de años, siglos o milenios. La reducción sistemática de toda realidad a lo cuantitativo está en la base de todas estas concepciones, erróneas ya desde sus propios planteamientos.
martes, 17 de enero de 2017
DE LO IN-CONCEBIBLE E IN-IMAGINABLE, por 'Abdel Hakim
Existe un oscuro dominio que no se puede concebir, es decir, crear un concepto de él, una abstracción, y que además ni siquiera se puede imaginar, crear una imagen, una figura. Un vértigo inexplicable nos asalta cuando focalizamos la atención en estas tinieblas fronterizas, cuando sumergimos la conciencia en la realidad de la nube primordial, en el océano informe e ilimitado de la inmanifestación, en el abismo del Absoluto que todo lo penetra, allí donde se desvanecen las miradas, se pierden las referencias y se disuelve todo vestigio temporal.
Pero, ¿cómo hablar de lo que no se puede hablar, cómo señalar lo que ni siquiera se puede apuntar, como experimentar lo que escapa a cualquier aprehensión, cómo pensar lo impensable, cómo representar lo que ni siquiera se puede simbolizar?
Qué hay más allá de la facultades de la percepción ordinaria, ya sean físicas o psíquicas, ya sean sensibles o sutiles, ya sean visibles o invisibles; en la región donde los símbolos dejan de ser huellas y se volatilizan; en el lugar donde las semillas de la existencia son posibilidades ilimitadas; en el territorio de lo insondable y de lo inefable, de lo que no puede ser afirmado si no es por negación, de lo que sólo trascendiendo la manifestación aparece manifestado con nitidez.
domingo, 1 de enero de 2017
¿NECESIDAD O NO DE LA PRÁCTICA EXOTERICA?, por H:. Graal
Siendo un tema bastante recurrente, hace algún tiempo hubo cierta polémica entre algunos “guenonianos” al pronunciarse sobre la necesidad o no de la práctica de un exoterismo por parte de los iniciados en alguna forma de esoterismo. Tomando como referencia el capítulo siete: Necesidad del exoterismo, del libro Iniciación y realización espiritual, Guénon insiste en que lo más normal y recomendable para un iniciado es la práctica de ambos aspectos de la misma tradición. Sin embargo, unos lo suscriben pero otros lo rebaten después de hacer verdaderas filigranas con el texto para llevar el agua a su molino. A parte de afirmarlo claramente, Guénon da buenos argumentos para apoyarlo. Pero los que no están de acuerdo afirman que, a un masón, por ejemplo, le basta su programa iniciático para cumplir espiritualmente, sin necesidad de practicar ningún exoterismo (eso dicho, precisamente, por quién toma a Guénon como “su guía intelectual”).
Para ser exactos, Guénon toca el tema considerando exclusivamente a los iniciados que pertenecen a tradiciones religiosas, sean musulmanas y/o sobre todo para el caso de los masones cristianos. (1) Y es lógico, ya que en las formas tradicionales que no tienen ese doble programa, es decir, que son exclusivamente iniciáticas-esotéricas, el dilema no se presenta.