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martes, 27 de junio de 2017

LA ALQUIMIA DE LA ASTROLOGÍA (y II), por Sergio Trallero Moreno

Un mapa iniciático: las fases alquímicas

Es común en la astrología moderna una visión horizontal, centrada arquetípicamente en los signos zodiacales, que nos muestra el desarrollo evolutivo espiral del Samsara, de todo ciclo vital. Pero no está bien comprendida la perspectiva vertical centrada en las funciones jerárquicas representadas por los planetas. Estos últimos de hecho son los que le otorgan el "cuerpo" a la astrología, más allá de las distintas divisiones abstractas del espacio-tiempo, discrepantes en muchos casos entre escuelas, épocas o culturas (véase sistemas de casas, número de signos, mansiones lunares, sideralistas-tropicalistas). 
Casi siempre se tiende a explicar el significado planetario en base a una extrapolación de sus signos correspondientes, es decir, comprender un planeta en base a su signo o signos, cuando debería ser al revés. Este hecho puede rebajar la intuición del arquetipo, puesto que los planetas son los principios originales que generan en su despliegue simétrico de dobles regencias los signos zodiacales. 
Los Planetas son claves, puesto que representan las energías angelicales de ascenso y descenso de los flujos existenciales, entre el mundo superior y el inferior, configurando así al Anthropos Cósmico, mediador entre Cielo y Tierra según todas las doctrinas esotéricas tradicionales. O lo que es lo mismo: la función planetaria realiza la vehiculación hermética, mercurial, entre los mundos. 
De lo que se trata por tanto a continuación es de aportar algunas claves que puedan ayudar a profundizar en el simbolismo planetario. En ellos podemos describir todo el proceso iniciático del alquimista, el mapa astral de su alma, los itinerarios y fases a seguir. 
El hermetismo concibe una Simpatía universal entre lo de arriba y lo de abajo, Cielo y Tierra, permitiendo que una misma Energía Universal se manifieste, sutil-etéreamente en los planetas y densa-materialmente en el reino mineral
Los rayos del Sol hacen que se produzca Oro en las entrañas de la Tierra, a través de diversos grados de perfección mediante los llamados metales nobles. Así, la acción de cada planeta, al servicio del astro rey, produce un tipo de metal en el seno terrestre, en proceso de maduración hacia el oro. Esta maduración subterránea es la que recrea el alquimista en su trabajo interior por fases, imitando como siempre la Naturaleza. 

domingo, 11 de junio de 2017

LA ALQUIMIA DE LA ASTROLOGÍA (I), por Sergio Trallero Moreno

Un mismo saber cosmológico: astrología terrestre - alquimia celeste

Cuando se habla de Cosmología en un sentido tradicional se hace referencia a las Ciencias Sagradas que desarrollan los principios sobre los que se sustenta la Manifestación o Ser cósmico. Esto nada tiene que ver con la concepción común de Cosmología usada por la ciencia moderna, ya que ésta última pretende analizar, en frío y cuantitativamente, un supuesto mundo objetivo, externo, totalmente separado del sujeto conocedor, en el que las cualidades no mensurables se niegan. 
Desde el punto de vista del hombre antiguo, esa premisa es inconcebible, puesto que unos mismos principios vertebran la realidad de forma unitaria. Así, el Hombre se concibe como un Cosmos en sí, pero no un Cosmos diferente del percibido por los cinco sentidos. En la visión interna se abre un Universo tan infinito o más que el aparentemente externo. El Conocimiento sagrado por tanto siempre es uno y el mismo, se vuelque la mirada hacia afuera o hacia adentro. 
Este Conocimiento, o mejor dicho Sabiduría en el sentido de Gnosis, no se presenta dado per se (de hecho es inexistente para el profano) sino que es necesaria toda una progresión iniciática, reveladora e iluminativa, que vaya quitando los velos de la ignorancia dual. De ahí también que no se trate de un conocimiento meramente humano, producto de sus capacidades mentales, sino de una instancia suprahumana, de esferas espirituales superiores, como presentan todos relatos antiguos al remitirlo a un linaje y procedencia divina o angélica que en un momento dado, de un modo u otro, desciende en el ámbito humano. 
Como se ha apuntado, la Cosmología sagrada muestra las Leyes sutiles mediante las que opera y está edificada toda la Manifestación íntegra, en un orden jerárquico de principios y esferas que dinamizan espiritualmente todo el devenir. Digamos que se trata de un intento de captar el plano de la mente del Gran Arquitecto del Universo; los prototipos universales que posibilitan toda creación y recreación. En un sentido iniciático la realización de esta gnosis corresponde a los Misterios Menores de la tradición eleusina. 

jueves, 1 de junio de 2017

PUBLICACIÓN DEL LIBRO "LOS PLANETAS. FUNCIONES DE LA CONCIENCIA HUMANA" de Sergio Trallero

Los Planetas de nuestro Sistema Solar no son simplemente unos objetos externos, lejanos e inanimados que nada tienen que ver con nosotros, como nos dice la ciencia oficial, sino que se expresan en el interior de nuestra conciencia configurándola de una forma totalmente viva y rica en significados.
El presente libro nos introduce en el milenario saber astrológico desde un lenguaje actual, para comprender el funcionamiento de los arquetipos planetarios a nivel psicológico y desvelar sus claves interpretativas. Para ello se desarrollan las nociones fundamentales y necesarias que permitan adentrarnos en la Astrología y atisbar su inestimable potencial simbólico para recrear el relato del alma con gran precisión. 
El texto está dirigido tanto a personas sin nociones astrológicas interesadas en una primera aproximación al lenguaje del cosmos y su cifrado simbólico, como a personas con conocimientos astrológicos, profesionales o no, que deseen revisar y sintetizar conceptos.
Lo más real y consistente de la astrología, dentro de todos sus elementos, son los Planetas y su reconocimiento como facultades internas de nuestra psique.  Por ello la tesis implícita presentada aquí considera su correcta asimilación como imprescindible e incluso previa a los tan conocidos Signos zodiacales, los cuales extraen mucho de su significado de ellos.
Dentro de la literatura astrológica, los Planetas han sido muy tratados evidentemente, pero de un modo aislado, desconexo o esquemático, cuando no disperso y distorsionado. Comprender la unidad sistémica de fondo y presentarla monográficamente puede clarificar muchos conceptos confusos además de aportar rigor para futuras investigaciones y acercamientos interdisciplinares al campo astrológico.
El libro pretende así llenar el vacío existente al respecto, a modo introductorio, al abordar de la forma más homogénea y cohesionada posible esta misma Estructura Universal que a nivel externo llamamos Cosmos (Sistema Solar) y a nivel interno Conciencia (Funciones Psíquicas).