Jean Clair (1940), pseudónimo literario de Gérard Régnier, es un personaje tan importante en el mundo de la cultura artística como incómodo para muchos prosélitos incondicionales del arte moderno, los adictos a la necedad estética y ética de las tendencias de moda y las travestidas “vanguardias”. En su libro “La responsabilidad del artista” (Visor. Madrid 1998. Y También: Ed. A. Machado Libros. 1999) el autor se preguntaba: "La estética ¿es el último coto vedado de las ideologías?; los artistas ¿deben seguir disfrutando de esa inmunidad (crítica)?..." También nosotros nos preguntamos a qué se debe esa, no ya inmunidad sino impunidad, casi delictiva de niño mimado, estúpido y “gamberrete”, que la sociedad otorga al artista moderno, aplaudiéndole todas sus sandeces, perversiones e incluso excrementos (ver Piero Manzoni, Galeria Pascetto 1961. “Merde d’artiste”) cuando los hace pasar por obra de arte. De igual modo y en otro libro (De inmundo. Arena Libros. S. L. Madrid 2007) el autor dice del arte actual: "El tiempo del disgusto ha reemplazado a la edad del gusto. Exhibiciones del cuerpo, desacralización, rebajamiento de sus funciones y de sus apariencias, morphings y deformaciones, mutilaciones y automutilaciones, fascinación por la sangre y los humores corporales, y hasta los excrementos, coprofilia y coprofagia (...) el arte se ha empeñado en una extraña ceremonia en donde lo sórdido y la abyección escriben un capítulo inesperado de la historia de los sentidos (...) se plantea el siguiente problema: ¿en qué los responsables de las grandes instituciones culturales, en Cassel, en Londres, en Nueva York, en París, en Venecia, tienen interés en bendecir esta ritualidad de una fisiología desnuda?..." y por cierto repugnante.
En efecto, la perversidad ética y estética se ha adueñado del arte hasta desplazar el ideal artístico de la belleza por su contrario radical; lo “transgresor” está de moda, pero lo curioso del caso es que esta transgresividad en realidad no transgrede nada, es decir, no va más allá de ningún esteticismo moralista pequeño-burgués o provinciano, fustigado p.e. mucho más eficazmente por el dadaismo de las incipientes vanguardias del S-XX. Lo que aquí se hace no es transgredir por arriba tabúes mediocres sino desacralizar e invertir, sumergirse literalmente en las cloacas de lo peor y más espúreo del psiquismo humano, de igual modo que lo empezó haciendo el “sur-realismo”, a la inversa de lo que su nombre pretendía, es decir, ir por encima de lo real, por lo que más acertado hubiera sido llamarse “sub-realismo”. Por lo visto, el arte ya no sirve para mediante la belleza y la inteligencia elevar el alma humana a cotas superiores de su mera sensibleria individual o animal, sino para revolcarla más aún en sus propios excrementos, en lo cual tienen y han tenido una enorme responsabilidad, sin duda, las modernas teorías psicoalíticas, que confunden lo subconsciente con el supraconsciente, las puertas del infierno con las del cielo, es decir, el instinto patológico con el Espíritu, teorías tan sumamente influyentes en la elaboración de las “doctrinas” estéticas de las primeras vanguardias.
La opinión crítica de personajes como Jean Clair nos parecen muy interesantes por venir no precisamente del mundo tradicional, desde siempre crítico con estas tendencias, sino desde el propio mundo moderno, cosa que tendría que hacer reflexionar a más de uno de los incrédulos hacia todo lo que no sea “moderno”. Además, en este caso no se trata de simples opiniones sino de análisis de rigor hechos por una autoridad profesional en el tema; el Sr. Clair tiene, en efecto, un curriculum extraordinario, director por años del Museo Picasso de París, conservador del Centro de arte contemporáneo Georges Pompidou de la misma ciudad, destacados cargos en el Metropolitan Museum de Nueva York, en la Galeria nacional de Canada en Ottawa, laureado como Chevalier des Arts et des Lettres, Chevalier de la Legion d’Honneur, miembro de la Académie Française, curator de muchas importantes exposiciones internacionales y autor de diferentes libros sobre arte y actualidad.
Insertamos una interesante entrevista que le hizo al autor el periódico "La Vanguardia" en 2008: http://celemboscadura.es/pdf/entrevistajeanclair.pdf
Redacción