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lunes, 24 de enero de 2011

LA CIENCIA DE LAS LETRAS EN 'IBN 'ARABI Y RENÉ GUÉNON (I), por Abdelbaki Meftah (*)


(*) Abdelbaki Meftah, especialista en Ibn Arabi, ha publicado Mafatîh fusûs al-hikam; exprofesor de ciencias físicas de la universidad de Guemar, Argelia. Responsable de la Tariqa Belkaidia, rama de la Habrîa (shadilia-darqawia) de la misma ciudad. Agradecemos especialmente su preciosa colaboración y su amable interés por esta publicación.


INTRODUCCIÓN

En primer lugar, deseo expresar mi agradecimiento a todos cuantos han participado en la organización de esta conferencia, por haberme dado la ocasión de hablar de la ciencia de las letras que es uno de los aspectos esenciales de la doctrina sufí, explicitada por el Cheikh al-Albar Ibn ‘Arabi (1165-1240 /560-638 H.) en varias de sus obras (1), particularmente en algunos de los 560 capítulos de su inmensa y fundamental obra “Las iluminaciones de la Meca” (Al Futûhâtu al-Makkiyah) (2). La complejidad, tecnicidad, densidad y extensión, literalmente sin límites, de esta ciencia, no permiten indicar con detalle las líneas de este océano sin orillas. Solo para la explicación de sus fundamentos elementales haría falta una extensa obra. Para darnos una idea de la inmensidad de esta ciencia, Ibn ‘Arabi señala que una de sus secciones comporta por sí sola 3.540 preguntas (3). Digamos no obstante algunas palabras para intentar hacernos una idea de la cuestión. 
En primer lugar, Ibn ‘Arabi no se plantea la clásica pregunta del origen del lenguaje, producto de una institución divina o de una convención humana, pues para él todos los nombres y todas las palabras son Nombres y Palabras divinas desde toda la eternidad, todos los seres son Palabras inagotables (4).
Encontramos esta misma concepción en René Guénon (1886-1951), quien expuso las líneas directrices globales para abordar la ciencia de las letras. Escribió seis artículos, cuyos títulos son: “La Ciencia de las letras”, “Angeleología del alfabeto árabe”, “La lengua de los pájaros”, “Los misterios de la letra Nûn”, “Un jeroglífico del Polo” y “Quirología en el esoterismo islámico” (5). En su artículo “Er-Rûh” (6) (el Espíritu Universal), da también un ejemplo de un simbolismo muy importante relativo a las dos primeras letras del alfabeto árabe. En todos estos trabajos se adivina ya las tres principales categorías de letras y sus ciencias.

jueves, 13 de enero de 2011

ENTREVISTA A JEAN CLAIR (el arte moderno a debate)

Jean Clair (1940), pseudónimo literario de Gérard Régnier, es un personaje tan importante en el mundo de la cultura artística como incómodo para muchos prosélitos incondicionales del arte moderno, los adictos a la necedad estética y ética de las tendencias de moda y las travestidas “vanguardias”. En su libro “La responsabilidad del artista” (Visor. Madrid 1998. Y También: Ed. A. Machado Libros. 1999) el autor se preguntaba: "La estética ¿es el último coto vedado de las ideologías?; los artistas ¿deben seguir disfrutando de esa inmunidad (crítica)?..." También nosotros nos preguntamos a qué se debe esa, no ya inmunidad sino impunidad, casi delictiva de niño mimado, estúpido y “gamberrete”, que la sociedad otorga al artista moderno, aplaudiéndole todas sus sandeces, perversiones e incluso excrementos (ver Piero Manzoni, Galeria Pascetto 1961. “Merde d’artiste”) cuando los hace pasar por obra de arte.  De igual modo y en otro libro (De inmundo. Arena Libros. S. L. Madrid 2007) el autor dice del arte actual: "El tiempo del disgusto ha reemplazado a la edad del gusto. Exhibiciones del cuerpo, desacralización, rebajamiento de sus funciones y de sus apariencias, morphings y deformaciones, mutilaciones y automutilaciones, fascinación por la sangre y los humores corporales, y hasta los excrementos, coprofilia y coprofagia (...) el arte se ha  empeñado en una extraña ceremonia en donde lo sórdido y la abyección escriben un capítulo inesperado de la historia de los sentidos (...) se plantea el siguiente problema: ¿en qué los responsables de las grandes instituciones culturales, en Cassel, en Londres, en Nueva York, en París, en Venecia, tienen interés en bendecir esta ritualidad de una fisiología desnuda?..." y por cierto repugnante.