भान्ति तुरीये धामनि तथापि तैर्नावृतं भाति॥३४॥
sṛṣṭi-sthiti-saṃhārā
jāgrat-svapnau suṣuptam iti tasmin|
bhānti turīye dhāmani
bhānti turīye dhāmani
tathāpi tair nāvṛtaṃ bhāti || 34 ||
La creación, el mantenimiento, y la disolución [así como los estados de] vigilia, sueño y sueño sin sueños, aparecen en Él [el Supremo Señor] en el cuarto estado, pero incluso en este estado Él se revela a Sí Mismo como no cubierto [no afectado] por estos estados.
Comentario de Yogarāja al verso 34
Mirando desde el punto de vista cósmico y desde el punto de vista individual respectivamente, tanto los estados de creación, mantenimiento y disolución como los estados de vigilia, sueño y sueño sin sueños se revelan como existentes en la “cuarta morada” del Supremo Señor, cuya naturaleza es la Felicidad masiva y el Yo Supremo Absoluto. Todos estos estados deben su existencia al hecho de tener su asiento en la “cuarta morada” del Supremo Señor, a pesar de que dichos estados se muestran como existiendo fuera del sujeto “imaginado”. Todo aquello, que no se manifieste como parte de la existencia del Supremo Señor, no puede manifestarse externamente. Por tanto, se debe admitir que el “cuarto estado” permite el resto de estados de existencia. Esto ha sido establecido en los Śiva SūtrasIII, 20. “La ‘cuarta morada’ impregna los tres estados como el aceite”. Este es el significado perseguido en el verso que nos ocupa.
Se podría preguntar si Su Ser es velado por los tres estados. La respuesta es que Su Naturaleza no puede ser velada por los tres estados. En consecuencia la “cuarta morada” se muestra siempre como manifestada a todos los sujetos a causa de su transcendencia y de su acción de impregnar todos los otros estados. La naturaleza del cuarto estado no está afectada por el hecho de que su presencia impregne todos los tres estados. Por tanto, el cuarto estado permanece siempre en total plenitud [no siendo afectado por su presencia en todos los otros estados que le preceden].