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sábado, 4 de febrero de 2012

LA MATRIZ MILAGROSA DE LOS NOMBRES DIVINOS (II), por Abdelbaki Meftah

Clave del orden de los capítulos del “Fusus al-Hikam” (Los engarces de la Sabiduría) de Ibn 'Arabi y de sus suras coránicas

La sabiduría, como indica el sheikh al final del façç consagrado a ‘Issâ (Jesús), es: “poner las cosas en su sitio sin por ello apartarse de lo que requieren e imponen sus realidades esenciales (haqâ’iq) y sus cualidades (çifât)”. Cada grado del Ser está dispuesto según una sabiduría divina (hikma ilâhiyya) en la estación espiritual (maqâm) correspondiente. El sheikh dedicó el capítulo 198 de las Futûhât al-makkiyya (Las iluminaciones de la Meca) a la explicación de los estados múltiples del Ser (marâtib al-wujûd) que se manifiestan en el soplo “rahmaniano” que se compone de 28 grados siguiendo el número de letras; pues el hombre es creado (makhlûq) de acuerdo con la forma (sûra) de al-rahmân, y el aliento humano, por el que se manifiestan las letras cuando pasan por sus lugares de articulación (en el aparato fonatorio), es acorde a la forma del aliento rahmâniano.
En este capítulo 198 de las Futûhât, el sheikh dedica una sección (façl) a cada grado, de la sección 11 a la 38. La clave del secreto del orden de los Fusûs se encuentra en estas secciones: a cada façç, una sección, y en el mismo orden. La totalidad de los fusûs corresponde a la 28ª y última sección, pues no se relaciona con ella ningún estado distinto del Ser, y no es más que una expresión de la determinación principial (ta’yîn) de los grados, independientemente  de su producción (ijâd). Los capítulos de los fusûs son la forma de los grados del aliento rahmâniano a lo largo de su descenso (tanazzul) desde lo no-manifestado (al-ghayb) a lo manifestado (al-shahâda). El sheikh confirma el sentido del aliento rahmâniano en numerosos capítulos de los Fusûs, como el 10º consagrado a Hûd, el 12º consagrado a Shu’ayb, el 15º consagrado a Issâ, el 22º consagrado a Ilyâs (Elías) y el 27º consagrado a Muhammad. La elección por el Sheikh del término “verbo” (kalima) en el título de cada façç revela también esta relación entre los fusûs y el aliento rahmaniano.


Por otra parte cada capítulo de los Fusûs se relaciona con una determinada sura de las que se encuentran al final del mufaççal, desde la sura final “Los hombres” (al-nâs) (Corán, 114) hasta la sura “El alba” (al-fajr) (Corán, 89), incluyendo igualmente la sura introductoria al-fâtiha, es decir 27 suras como el número de capítulos de los Fusûs. El conjunto no se corresponde con el orden coránico de las suras sino al orden que se detalla en la tabla circular que incluímos más adelante, que muestra claramente que el libro de los Fusûs comprende la ascensión a través de las presencias espirituales (hadarât) de los profetas, de los nombres divinos, de las estancias coránicas, de las letras, y de los grados cosmológicos en el aliento rahmâniano. El todo constituye los lugares de la manifestación (mazâhir) del Hombre Universal que abre y que sella la manifestación universal.

ABJAD 
ORDEN
GRAN
PEQUEÑO
GRAN
PEQUEÑO

NAFASSÏ
CÓMPUTO
CÓMPUTO
CÓMPUTO
CÓMPUTO


ORIENTAL
ORIENTAL
OCCIDENTAL
OCCIDENTAL





Leyenda de la tabla circular recapitulativa de las claves fundamentales de los Fusûs

(Del interior hacia el exterior de la figura)

Primer círculo interior: número del grado del Ser y del capítulo del façç.

Segundo círculo: las letras pronunciadas según su lugar de articulación en el aparato fonatorio, desde el pecho (letra hamza) hasta los labios (letra wâw).

Tercer círculo: nombre divino que rige el correspondiente grado.

Cuarto círculo: nombre del grado del Ser.

Quinto círculo: sura correspondiente al façç y al grado del Ser.

Sexto círculo: nombre del profeta del façç correspondiente al grado del Ser, desde Adán hasta Muhammad.

Séptimo círculo: atributo de la sabiduría del façç según la indicación del sheikh al inicio de cada capítulo.

Octavo círculo: nombre de la mansión celestial correspondiente al grado del Ser, acompañado de la letra colocada según el orden del abjad y según el orden numérico de los cómputos oriental y occidental; se indica el valor numérico de cada letra según el gran cómputo. Para obtener el valor numérico de las letras según el pequeño cómputo basta suprimir los ceros (potencias de diez o de cien) de los valores numéricos del gran cómputo; se obtiene así, por ejemplo, el mismo número 2 para las letras bâ’, kâf y râ’; y el mismo número 5 para las letras hâ’, mîm y thâ’.

Noveno círculo: las DOCE TORRES ZODIACALES acompañadas de su símbolo astrológico desde Aries hasta Piscis; bajo cada TORRE zodiacal, las dos mansiones y un tercio correspondientes, de acuerdo con los datos de la astrología. Los caracteres de las letras y de las mansiones SIGUEN los de sus TORRES zodiacales.

Nota.- véase la suma de los valores numéricos de las palabras de cada círculo en las dos tablas relativas a los números 406 y 1572.






Continúa...


(Traducción del francés al castellano de Arturo Pouza)