“Cuando se levante el velo de la percepción sensorial de tus ojos, si eres un infiel, hallarás el infierno abrasador; si eres un hombre de fe, el Paraíso. Tu cielo e infierno están dentro de ti mismo; mira en tu interior, ¡ve hornos en tus entrañas, jardines en tu corazón!”.
Hakim Sanâ’i (Poeta sufi persa anterior a Rumi)
“No os amoldéis a las normas del mundo presente, sino procurad transformaros por la renovación de la mente, a fin de que logréis discernir cuál es la voluntad de Dios”.
San Pablo. Romanos 2, 1, 2
“Todo existe en la mente, incluso el cuerpo es la suma de un vasto número de percepciones sensoriales integradas en la mente, y cada percepción es también un estado mental” (…) “La suma total de esos destellos crea la ilusión de existencia”.
Nisargadatta Maharaj. Yo soy Eso. Pg. 198
“Lo que consideramos el mundo sensible, el mundo de lo finito y temporal, no es sino un conjunto de velos que ocultan el Mundo Real (increado e infinito). Estos velos son nuestros propios sentidos. Nuestros ojos son velos de la verdadera vista, nuestra orejas un velo del oído verdadero, ¿qué queda entonces del hombre? Queda un ligero resplandor que se le aparece como la lucidez de la consciencia. Hay continuidad perfecta entre ese resplandor y la gran Luz del Mundo infinito”
Sheikh Ahmed ibn Mustafá al-‘Alawi
En: Le Cheikh El-Alaoui. Dr. M. Carret
“Mira a tu alrededor, Clarke. Ves los montes, una colina después de otra como las olas del mar; ves los bosques y los prados, los campos llenos de trigo maduro, e incluso las huertas que llegan hasta los cañaverales del río. Me ves de pie a tu lado y oyes mi voz; pero yo te aseguro que todas estas cosas (sí, desde la estrella que acaba de aparecer en el cielo hasta el sólido suelo que estamos pisando), te aseguro que todas estas cosas no son más que sueños y sombras, las sombras que ocultan a nuestros ojos el mundo verdaderamente real. Hay un mundo real, pero se halla más allá de todo este encanto, de esta visión, más allá de estos castillos de naipes, pues más allá se halla el mundo que ahora esconde este velo.”
Arthur Machen. El gran dios Pan